«Celebra cada logro de tu vida, no es lo normal»

¡Semana nueva, imagen reflexión nueva! A buen seguro que a diario afrontas muchas obligaciones y responsabilidades en diferentes áreas de tu vida cotidiana, bien sea familia, pareja, trabajo. Estás dotado de una capacidad enorme para adquirir nuevos conocimientos y desarrollar habilidades. ¡No lo dudes! Y no te conozco pero a buen seguro que haces muchas cosas mejor que bien, otras quizá no tanto, regulín, regulín, y otras te cuestan más quizá porque no te has dado tiempo suficiente para adquirirla y de momento no la dominas y en otras porque quizá no esté dentro de las habilidades que como ser humano pueda desarrollar. No olvides que no somos perfectos y por tanto no podemos ni hacerlo todo ni hacerlo todo super. ¡Ni hace falta, que estrés!.

Así es que ya he establecido contigo lo que seguro, segurísimo si ocurre y es que como ser humano tienes un repertorio de cosas haces entre bien y bastante bien e incluso excelente bastante considerable. Pero lo que no tengo tan claro es cómo gestionas, reconoces y valoras todo eso que haces a diario. ¿Celebras tus logros cotidianos?.

Quizá el título del post te ha llevado en un inicio a conectar con LOGRO, palabras en mayúsculas, y por tanto reducir tus pensamientos a situaciones muy concretas de tu pasado o presente ya que asocias a grandes logros. Y ojo para el común de los mortales, tanto para ti como para mi, ese tipo de logros son contados con los dedos de una mano. Así es que imagina que vida más «desaboría» si solo celebramos esos momentos que son tan escasos. Buuuff nos podemos quedar esperando sentados, ¿no te parece?.

Yo te propongo algo más práctico y sobre todo saludable. ¿Qué tal si valoras otros aspectos rutinarios de tu vida que son importantes y esenciales y aprendes a reconocerlos y a celebrarlos? Vamos hacer un ejercicio juntos:

  1. Para y piensa: tómate unos instantes y repasa mentalmente un día cualquiera de tu vida y anota todo aquello que haces …. todo desde que suena el despertador.
  2. Coge lápiz y papel para ordenar las ideas: en la cabeza todo es mucho más rápido y en ocasiones confuso, escribirlo ayuda a coger algo de perspectiva y quizá empezar a darte cuenta de elementos nuevos y valiosos.
  3. Repite: realiza este ejercicio durante una semana para que te permita abarcar la totalidad de tu agenda y tomes más conciencia del valor de todo lo que haces. Aunque se repitan muchas de las cosas que hagas, ¡anótalas igualmente!. Por ejemplo, si preparas la cena todas las noches, escríbelo. Si vas al gimnasio dos veces en semana. Haz una fotografía de tu rutina.
  4. Reserva un espacio para ti: ahora es el momento de coger toda esa información y tratar de mirarla con otros ojos diferentes a los que hasta ahora ha sido tratada.
  5. Reflexiona y pregúntate: ahora elige una de los cosas que haces habitualmente y que podrías calificar como «es lo normal». Y pregúntate:
    • ¿Si no cumpliera con lo que hago que repercusión tendría en mi vida?.
    • ¿Tiene o no tiene valor lo que hago para poder cumplirlo?.¿Me esfuerzo para cumplirlo a pesar en ocasiones no me apetece?
    • O quizá no me cuesta hacerlo, me gusta y divierte y pongo en marcha mis habilidades obteniendo un grato resultado, ¿es el caso?. ¿Siento bienestar por aquello que hago?
    • ¿Aporta un beneficio en mi vida o en la vida de las personas que quiero?.

Si has llegado hasta aquí y encontrado muchas cosas que dan VALOR a tu vida que haces que aportan y a la vida de los demás entonces es el momento de la celebración. Cuando me refiero celebración no pretendo que hagas una fiesta por todo lo alto ni que lo publiques en el B.O.E, tan solo es suficiente que te lo reconozcas a ti personalmente. En esos casos, ¿cual es tu dialogo interno? ¿Qué cositas te dices? ¿«Es lo normal», o incluso sacas la lupa de aumento y revisas cómo lo podías haber hecho mejor?.

Es importante cultivar un dialogo interno saludable y enriquecedor. No hace falta que saques los globos de celebración cada vez que haces algo medianamente bien pero no estaría nada mal que interiormente te dirijas a ti de una forma más amable … en definitiva:

  • Toma conciencia: hasta ahora eso que hacías era invisible o mejor dicho «lo normal».
  • Valóralo: conecta con lo que te aporta a ti o lo demás o con tus habilidades para desarrollarlo.
  • Reconócelo verbalmente: expresalo con alguna palabra agradable y amable. Explora, cuando no estás habituado puede resultar extraño o incluso incómodo. Busca y práctica y después me cuentas si hacerlo ha producido algún efecto. Ojo, no esperes los grandes cambios. Insiste y practica. Es puro aprendizaje ¡ se paciente!.

 

Cultivar una manera amable de reconocer tus pequeños logros cotidianos contribuirá a tu bienestar emocional. Y ya sabes lo que te digo habitualmente, tu vida es TU RESPONSABILIDAD y tu bienestar emocional también. Así es que ¿te atreves a intentarlo?. Me encantará escuchar tus avances.

¡Feliz día!

Nayra

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.