¡Cuidarte es una forma de seguir cuidando a los demás!
Podemos pasar por una mala temporada donde un amigo, pareja o familiar necesita de nuestra dedicación intensiva y nos volcamos física y emocionalmente a ayudarle. Si el problema tiene una corta duración puede que podamos cometer ciertos excesos, físicos o emocionales, y que la factura que paguemos no sea muy alta, y podamos seguir tirando con nuestras vidas y terminar recuperándonos.
Pero, ¿y si el problema se alarga en el tiempo como cuando un familiar enferma? ¿Cuánto tiempo crees que podemos aguantar cuidando solo a los otros sin atender nuestras necesidades?
Es probable que en algún momento nuestro cuerpo o mente nos diga … BASTA YA, no puedo más!.
Así es que cuando decides parar y seguir cuidándote es más probable que puedas sentirte mejor contigo misma y tu vida diaria, y desde ahí siempre es algo más “cómodo” afrontar las dificultades o el sufrimiento y poder seguir cuidando a los demás desde equilibrio interno y desde tu propio autocuidado.
Proporcionar nuestro apoyo y calidez cuando los demás sufren también es un forma de atendernos a nosotros, si esas personas son importantes para nosotras. En definitiva estamos donde queremos estar … ahí aunque nos haga sufrir pero también produce cierto nivel de satisfacción, paz o equilibrio.
¡Cada una que elija la palabra con la que se sienta identificada!.
Y tú ¿ cómo te sientes?
Me encantará escuchar tus comentarios.
¡Muchas gracias por compartir y feliz semana!
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