Mito del Amor Romántico nº6: «Te lo perdono todo porque te quiero»
Ya son muchas las semanas que llevo contigo compartiendo lo que se sobre los mitos del amor romántico. ¿Has tenido la oportunidad de leer alguno de ellos? ¿Te ha sorprendido su contenido? ¿Cual es el que más te ha sorprendido? ¿Quizás el mito de tener pareja? ¿Qué me dices del mito sobre eso de sufrir es igual a amor? ¿Qué te pareció el mito sobre el poder del amor? ¿Qué tal el mito de los polos opuestos, te sonaba algo? ¿ Y has tenido tiempo de leer el mito de la media naranja? ¡¡No te lo
pierdas!!.
Y el mito que te presento ahora no es menos importante. Tu tiempo es importante y te pido que me acompañes 5 minutos para reflexionar juntos. ¿Te animas
Mito del Amor Romántico nº6: «Te lo perdono todo»
Si has podido echar un vistazo a los artículos anteriores habrás podido comprobar que en todos ellos de forma directa o indirecta he compartido contigo la idea que bajo todas estas creencias del mito del amor romántico son escasos o inexistentes los límites que se establecen en las relaciones donde se alimentan este tipo de creencias. Así es que no pones límites al sufrimiento lo más probable es que el perdón también sea ilimitado.
Está clarísimo que es muy saludable que en cualquier relación, sea de pareja o no, practiques el perdón o aprendas a aceptar el perdón que ofrezcan los demás ante tus o sus errores. ¡Eso es incuestionable! Pero el perdón también tiene límites. ¡Ojo puedes perdonarlo todo pero eso no te obliga a permanecer al lado de esa persona una vez que lo hayas querido perdonar !. Voy a explicarme con precisión.
Imagínate una pareja cualquier, que podríamos ser cualquier de nosotros, tú o yo. Voy a llamarles Manolo y Raquel ( los nombres son al azar, no hago alusión a ningún Manolo o Raquel ;)). Como cualquier pareja del mundo mundial existen algunos aspectos en los que mantienen ciertas diferencias y que genera en ambos mucha tensión. Esta tensión desemboca en un discusión algo más acalorada de lo deseable y bien uno u otro, me da igual el género de la persona que pierde los papeles, realiza algunos reproches pasados fuera de lugar, en un tono totalmente desajustado. ¡Vamos lo que se dice enfadarse! Pero transcurrido un rato se da cuenta que las formas no fueron adecuadas, así es que va donde está su pareja y le dice:
«Cariño siento lo que ha ocurrido hace un rato. Se me ha ido el tema de las manos. No era mi intención. Espero la próxima hacerlo algo mejor».
¡Genial! Es manera de funcionar en una relación es muy saludable. Bien uno bien otro comete un error y hiere al otro, toma conciencia de ello y a reparar el daño causado. No solo pidiendo perdón sino además la intención de intentar al menos de hacerlo al mejor la próxima vez. ¡No vale ampararse en el «yo soy así»!.
¿Qué estás dispuesto a perdonar para «salvar» tu relación?
El problema en una pareja no es que puntualmente discutan, eso es algo casi inevitable en una convivencia. El problema qué es lo que estás dispuesto a perdonar para «salvar» la relación a pesar de sufrir y sufrir dentro de la misma. En todas las relaciones, incluidas las de las parejas, es importante establecer «líneas rojas«. Obviamente cada persona puede establecer líneas rojas diferentes que dependerán de la escala de valores de cada persona. Te pongo un ejemplo: Manolo es infiel a Raquel. Para Raquel la fidelidad es un valor esencial en cualquiera de sus relaciones y con su pareja más aún. Así es que la infidelidad de Manolo para ella es una falta de respeto que no quiere tolerar dentro de su relación.
Así es que a pesar que quizá con el tiempo pueda perdonar a Manolo ese acto, no significa que quiera seguir con él.
Otra persona puede no parecerle tan relevante la fidelidad ya que vive con otros valores igual de lícitos que los de Raquel. Así es que decide perdonar y continuar con su pareja porque existen otras muchas áreas donde la relación funciona de forma saludable. ¡Conforme también es un opción!.
Pero existen otras «líneas rojas» que nada tienen que ver con la escala de valores de cada uno sino con el nivel mínimo de respeto que las relaciones entre seres humanos se deben. Tú eres un ser humano que se merece respeto. ¿Crees que si toleras algunas de estas situaciones en el tiempo tu pareja te está respetando?:
- ¿Crees que el insulto tiene cabida en una relación saludable?.
- ¿Crees que la intencionalidad de hacer daño tiene cabida en una relación saludable?.
- ¿Crees que aislar a la pareja de su entorno familiar o amigos tiene cabida en una relación saludable?.
- ¿Crees que impedir que la pareja se relacione con personas del sexo contrario tiene cabida en una relación saludable?.
- ¿Crees que manipular o chantajear emocionalmente a la pareja tiene cabida en una relación saludable?.
- ¿Crees que empujar, pellizcar, o incluso pegar a la pareja tiene cabida en una relación saludable?.
- ¿Crees que controlar con quien se relaciona, a dónde va, o que «likes» da en redes sociales la pareja tiene cabida en una relación saludable?.
- ¿Crees que no respetar el deseo de no tener relaciones sexuales de la pareja tiene cabida en una relación saludable?.
- ¿Crees que prohibir de forma abierta o sutil los actos de la pareja tiene cabida en una relación saludable?.
Y te prometo que podría seguir hasta el infinito. Muchas de estas conductas pueden pasar totalmente desapercibidas ya que en ocasiones son mal entendidas como «señales de amor» como por ejemplo las conductas de control o conductas posesivas:
«Me controla porque me quiere. Se preocupa por mi».
Es muy fácil por tanto perdonar estas situaciones dentro de una relación porque no se perciben como líneas rojas que quizás se puedan estar transgrediendo. Se interpretan como situaciones «normales» propias de una relación saludable. Pero más lejos de la realidad.
La capacidad de perdón están en cada uno de nosotros. Yo no soy nadie para indicarte que no perdones cualquier situación por muy dolorosa que hayas sufrido. Para muchas personas el perdón es muy liberador y le permite avanzar y cerrar heridas. Pero en ocasiones confundimos el perdón con soportar situaciones en las que te agreden física o psicológicamente, sufriendo «en nombre del amor». Puedes perdonar si quieres pero lejos del motivo de sufrimiento.
Amor Saludable nº 6: «Equilibra cerebro y corazón».
Seguro que has escuchado más de una vez eso de equilibrar cerebro y corazón. Ya se que no siempre es fácil, sobre todo cuando inicias una relación y disfrutas de esa etapa de enamoramiento que implica cariñosamente cierta «enajenación mental» y en la cual quizá puedas no discriminar algunas señales muy evidentes de salir corriendo en dirección contraria. ¡Lo entiendo, no es nada fácil manejarse en el mundo de la razón cuando el corazón anda desbocado!.
Por eso es importante cuestionarse de vez en cuando algunas creencias que quizá has aprendido por todos los motivos que te ido compartiendo en los últimos cinco artículos y que quizá anden instaladas en tu relación actual.
Para disfrutar de un amor saludable además de perdonar, existen unos mínimos que si o si son aconsejables que disfrutes en tu relación de pareja:
- Recae en ambos el ejercicio de confianza. Tú debes de confiar en tu pareja pero tu pareja también en ti.
- La suma de vuestra relación NO ES UNO, sino UNO + UNO. Sois seres individuales maravillosos que os habéis unido para sumar el uno en el otro pero conservando vuestra individualidad como ser humano. Esto es un aspecto esencial en una relación sana y equilibrada y en nada cuestiona el amor que os profeseis. Respetar el espacio individual de la pareja enriquecerá el espacio de la pareja.
- El amor hacia tu pareja es muy importante pero el amor hacia ti … también. Si sufres más de lo deseable, ¿crees que te estás queriendo y respetando?.
Entiendo que es mucha la información que te proporciono. No espero que con una simple lectura todo cambie. Pero que hayas terminado su lectura y que te permitas reflexionar un poco es el principio de algo. ¿No te parece?.
¿Te atreves a cuestionarte algo?
¡Feliz día!
Nayra