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¡Cuidarte es una forma de seguir cuidando a los demás!

Podemos pasar por una mala temporada donde un amigo, pareja o familiar necesita de nuestra dedicación intensiva y nos volcamos física y emocionalmente a ayudarle. Si el problema tiene una corta duración puede que podamos cometer ciertos excesos, físicos o emocionales, y que la factura que paguemos no sea muy alta, y podamos seguir tirando con nuestras vidas y terminar recuperándonos.

Pero, ¿y si el problema se alarga en el tiempo como cuando un familiar enferma? ¿Cuánto tiempo crees que podemos aguantar cuidando solo a los otros sin atender nuestras necesidades?

Es probable que en algún momento nuestro cuerpo o mente nos diga … BASTA YA, no puedo más!.

Así es que cuando decides parar y seguir cuidándote es más probable que puedas sentirte mejor contigo misma y tu vida diaria, y desde ahí siempre es algo más “cómodo” afrontar las dificultades o el sufrimiento y poder seguir cuidando a los demás desde equilibrio interno y desde tu propio autocuidado.

Proporcionar nuestro apoyo y calidez cuando los demás sufren también es un forma de atendernos a nosotros, si esas personas son importantes para nosotras.  En definitiva estamos donde queremos estar … ahí aunque  nos haga sufrir pero también produce cierto nivel de satisfacción, paz o equilibrio.

¡Cada una que elija la palabra con la que se sienta identificada!.

 

Y tú ¿ cómo te sientes?

Me encantará escuchar tus comentarios.

¡Muchas gracias por compartir y feliz semana!

6 señales que gritan, ¡para y cuídate!

Todos recibimos a diario cientos de consejos a través de nuestras personas queridas, redes sociales, TV qué es lo que tenemos que hacer para regular el estrés y cuidarnos un poco más y mejor en el día a día pero no siempre nos resulta fácil poder hacerlo.

Aunque parezca muy obvio lo que voy a compartir contigo, para cuidarnos, para cuidarte, el primer paso que tienes que poder sortear es darte cuenta que necesitas cuidarte. Cuando estamos muy estresadas y corremos por el mundo a toda velocidad resulta bastante complejo darnos cuenta que tenemos que PARAR.

Así es que antes de hacer la lista de cómo cuidarte, quizá  sea recomendable aprender a darnos cuenta cuáles son las señales de alerta que tenemos que tener en cuenta que son grandes indicadores que vamos pasadas de frenada.

Cada uno se conoce y tiene un estilo de vida diferente. Yo te propongo 6 aspectos muy generales con los que quizá puedas resonar y observar en tu día a día. Vamos allá:

  1. Los problemas con el sueño son recurrentes: una mala noche la tenemos cualquiera pero cuando las noches en vela se empiezan a hacer más presentes, o el sueño es poco reparador y te levantas con muy poca energía quizá pueda ser una señal que algo no está del todo equilibrado. ¡Explora que pasa!.
  2. Tus emociones son igual que una montaña rusa: emocionalmente te sientes algo voluble e inestable. Dependiendo de la persona quizá pueda predominar una emoción u otra … enfado, ansiedad, tristeza. O quizá de todo un poco.
  3. Tu atención y concentración duran menos de lo habitual: notas que te cuesta centrarte más en tus obligaciones cotidianas. Te notas más dispersa.
  4. Tus olvidos son más frecuentes: este aspecto está relacionado con el anterior. Si tu atención está más dispersa es más difícil que puedas retener información y por tanto puedas notar que la memoria no está igual de fresca.
  5. Tus actividades agradables no te proporcionan el mismo disfrute: te cuesta más realizar las actividades de la vida cotidiana, incluso aquellas que habitualmente son placenteras para  ti. La mochila de la rutina pesa un poco más.
  6. Tu apetito está alterado: bien porque comes menos bien porque comes más. Observa si hay una cambio en tu patrón habitual.

Que algunos de estos aspectos se puedan ver alterados de manera puntual a lo largo de las semanas, no tiene especial importancia, el día a día no siempre es fácil de sortear y como ser humano que eres, te puedes resentir. Todos disponemos de recursos personales para ir reconduciendo esas situaciones que nos desgastan emocionalmente en nuestra vida cotidiana.

Pero ¡ojo! cuando estas señales de alerta son muy frecuentes o muy intensas o muy duraderas  y pasa el tiempo y no logras remontar el bache con tus propias estrategias, quizá pueda ser interesante que puedas consultar con un profesional de la psicología para que te proporcione  las herramientas complementarias y que puedas recobrar nuevamente el equilibrio físico y emocional.

Aprender a darnos cuenta y detectar que señales de alerta se encienden es el primer paso para comenzar a regular tu estrés.

Y tú, ¿ qué señales detectas?

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¡Muchas gracias compartir y feliz semana!

¡Desconecta de tu vida virtual para conectar con tu vida real!

#HoyParoYmeCuido, ¿cómo? Tratando de desconectar de mi vida virtual para así conectar algo mejor con mi vida real.

No hace falta que sean grandes gestas, todo pasa por pequeños pasos, pasos de hormiga.  Quizá reduciendo 15 minutos en esa vida virtual en favor algo que pueda ser agradable para ti y que has dejado de hacer sin darte cuenta. No voy a demonizar la vida virtual, entendiendo esta como redes sociales, videojuegos, maratones series o whatsapp, todos hacemos un mayor o menor uso, y no vamos a dejar de reconocer todos los beneficios que pueden aportar. Eso sí, un uso sano y equilibrado con otras áreas de nuestras vidas.

Es verdad que este periodo pandemia en el que la limitación de conexión en carne y hueso se ha visto impuesta por razones de salud pública, todos hemos tenido que tirar más del mundo virtual para rellenar huecos vacíos.

Pero quizás ahora que las circunstancias empiezan a ser algo mejores y vamos recobrando algo de ritmo en nuestras vidas reales puede ser una gran oportunidad para empezar a reequilibrar y hacer pequeños cambios que te faciliten esa reconexión con el exterior.

 

 

¿Y tú a qué te atreves?

Me encantará escuchar tus comentarios.

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