¡Las palabras conectan con sus emociones, cuídalas!

¡Semana nueva, imagen nueva! Otro viernes de reflexión junticos con una imagen que he diseñado para ti que nos facilite una «pensadita». Ya me has oído comentar en muchas ocasiones que un porcentaje muy alto del día, tu cerebro y el mío, funcionan en «piloto automático». Cuando tu cerebro esta en modo automático, trata de ser eficiente en cuanto a los recursos mentales y físicos, y repite una y otra vez sin cuestionarselo lo que ha dicho o hecho las 100.000 veces anteriores.

Tu cerebro está tooooodo el día parloteando, estamos constantemente con un dialogo interno. Algunas veces el volumen de ese dialogo es más alto y eres mucho más consciente de su contenido. Pero en otras muchas ocasiones, y debido al «piloto automático» que te he mencionado antes, sigues en modo parloteo pero no te das ni cuenta, estás en «modo off » a pesar de estar haciendo mil cosas al mismo tiempo.

Gran parte de tu salud mental dependerá de la calidad de ese parloteo. Tus pensamientos, es decir, tu dialogo interno, son una sucesión de palabras, unas veces en silencio, solo para ti, y en otras ocasiones les pones voz y sales por tu boca como cuando estás en una conversación. En definitiva, tus palabras son tus pensamientos, tus pensamientos son tu interpretación de aquello que estás viviendo, no necesariamente es la realidad. Si tus pensamientos son de naturaleza agradable conectarás con emociones más agradables. Y si tus pensamientos son desagradables las emociones serán desagradables. Parece muy obvio, ¿verdad?.

En cambio en muchas ocasiones no eres del todo consciente cómo determinadas palabras están incidiendo en tu emoción aunque sea de forma muy sutil. Imagina por un instante que tienes una de esas mañanas en la que la imprevistos no dejan de sucederse y por tanto el estrés no te ha soltado desde bien temprano. Vas por la calle y te encuentras con un amigo que te pregunta cómo estás a lo cual respondes sin ser consciente …:

Versión 1: «Buff, fatal el día no me puede ir peor. Desde que he puesto el pie en el suelo, todo son problemas, es horrible. Esto no hay quien lo enderece. Cuando empiezas la semana así, mal asunto».  Tengo un paciente en consulta que cuando comparte ese tipo de historias  ( más en el pasado que en el presente) se autocalificaba cariñosamente «hoy vengo muy dramaqueen». 

¿Cuales crees que son las emociones que emergerán si tu dialogo interno es de esta naturaleza? ¿Cual crees que es la intensidad de las palabras empleadas? ¿Cual es el efecto de esas palabras sobre la intensidad de la emoción?

La manera en que interpretas la realidad y las palabras que eliges tienen un efecto directo en la intensidad de la emoción desagradable que se dispara. Si  lo calificas como » lo peor, horrible, no hay quien lo enderece», tus palabras intensificarán tu emoción desagradable, y si la intensidad de tu emoción te llevará a agravar tus palabras, así es que es probable que entres en modo bucle. ¿Te suena?

Versión 2: » Tengo uno de esos días en los que tengo muchos imprevistos así es que estoy muy estresado. Espero poder remontar en algún momento el día y sino mañana o los próximos días ir resolviendo todos los frentes que tengo.»

Tienes derecho a sentirte estresado ante los imprevistos o problemas cotidianos o incluso que se dispare la tristeza, la ansiedad o el enfado, ¡eres humano, claro que si! Pero las palabras que emplees para interpretar tus circunstancias influirán en la intensidad de la emoción que experimentes. 

Si te encuentras con tu amigo y en vez de decirle que «todo es horrible» le dices que tienes imprevistos y que estás estresado, te permite reconocer tu malestar real, tus palabras se ajustan a tu malestar y no intensifican y distorsionan la realidad.

Todo empieza por empezar a tomar conciencia cual es la naturaleza de ese dialogo interno . Para ello te invito que durante unas semanas registres por escrito tus pensamientos , qué emoción te dispara y cual es la intensidad ( de 0 a 10) de esa emoción.  Es probable que después de un tiempo descubras ciertos patrones.

Recuerda, las palabras no son solo palabras. ¿Te atreves a dar el primer paso?.

¡Feliz día!

Nayra

 

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.