El Mito Amor Romántico nº4: «Los polos opuestos se atraen»

Lo prometido es deuda así es que una semana más estoy aquí contigo abriendo en canal esto de los mitos del amor romántico. En artículos anteriores ya te he contado qué son y presentado tres de ellos que hablaban que para ser feliz hay que tener pareja, que el amor todo lo puede y para querer hay que sufrir. ¡Es el momento de echarle un vistacillo, a por ello!.

Ya sabes que en muchas ocasiones escuchas ciertas «creencias» socialmente aceptadas que repetimos y repetimos y que no sabes muy bien porqué tú sin ser del todo consciente aceptas y reproduces sin más. El mito del amor romántico de esta semana seguro que lo has escuchado en más de alguna ocasión o incluso lo has creído o crees o has vivido en alguna relación particular.

¡Ven conmigo y vamos a tratar lo cierto o no de ese afirmación elevada creencia en el amor.

El Mito del Amor Romántico nº4: «los polos opuestos se atraen», ¿seguro?

Partimos de la base que todos y cada uno de los seres humanos de la tierra son únicos y especiales. Y aunque compartir cultura, sociedad, familia y educación te puede aproximar a tu prójimo, sigues siendo único, especial e irrepetible. No hay nadie más en el mundo cómo tú.

Este elemento único e irrepetible es un elemento maravilloso del ser humano ya que nos enriquece y permite aprender de y con los demás ¡viva la diversidad humana! pero también es un factor que dificulta la convivencia y relaciones en sociedad.

Tus primeras experiencias en sociedad son con miembros de tu misma tribu, tu familia, con la que compartes muchos elementos en común por el mero hecho de compartir un mismo espacio, misma educación, mismas normas, transmisión de creencias de padres a hijos. Y aunque logicamente a medida que creces empezarás a diferenciarte de tus modelos de referencia, generalmente padres, es ley de vida, seguís compartiendo muchos lazos incluso aquellos que no te gustan.

Y aquí es donde hago la primera parada en el camino y te invito a reflexionar conmigo. A pesar de compartir todos esos lazos antes comentados:

¿Es o no es en muchas ocasiones difícil convivir con esas personas a las que quieres o con las que compartes tantos elementos de tu camino vital?

Aún en el escenario más idílico de familia que dibujes siempre existen diferencias y para que la convivencia sea sana y constructiva cada miembro de la familia tendrá que hacer ajustes para reequilibrar constantemente el «juego de la convivencia». Esto implica que hay que escuchar, comprender, empatizar, ceder, negociar, establecer límites ..¡wow casi nada!.

Y eso si te pones idílico pero seguro que con los años de vida que tienes ya te habrás dado cuenta que eso «de lo idílico» no ocurre ni en tu vida ni en la mía porque la vida no tiene nada que ver con estar siempre bien, eso es una visión poco realista que hace sufrir mucho.Así es que en tu familia como en la mía toca hacer toca hacer un esfuerzo constante para reequilibrar las diferencias que van surgiendo por el mero hecho de ser seres humanos únicos y especiales y «empeñarnos» en vivir en sociedad, pegaditos unos al lado de otros ;)).

Si con miembros de tu tribu, tus familiares, con los que has estado años conviviendo y tienes muchos lazos en común, no siempre, te toca hacer grandes equilibrios:

¿Cómo crees que es de fácil o difícil hacerlo con una persona, tu pareja, que viene casi de otro planeta y que ha vivido con otra tribu que nada tiene que ver con la tuya?. ¿Crees que el amor obra milagros?.

Está claro que amar a esa persona va hacer el camino más llevadero porque amar a alguien de forma saludable implica «pensar en dos» y esto te ayudará a escuchar, comprender, empatizar, ceder, negociar etc en definitiva te ayudará a realizar los ajustes necesarios para que la convivencia sea sana aunque luego veremos que no siempre es así.

¿Qué significa polos opuestos?

Si retomas la idea inicial expuesta al inicio del artículo que todos los seres humanos somos seres únicos y especiales, tendrás claro que todas las personas tenemos elementos opuestos con todos. Y eso no tiene nada de inadecuado, al contrario, es pura diversidad y enriquecimiento. Puedes aprender mucho de personas diferentes a ti.

Lo que realmente es clave no es si tú eres más chistoso o más optimista que tu pareja, sino cuáles son los valores de vida que compartís o no. Lo que es importante para cada uno ya que realmente es sobre lo que vas a dar prioridad día a día en tu vida y lo que puede hacer alejarte o aproximarte a tu pareja.

Como ser humano que eres tu escala de valores es única y especial y todas son válidas, la de tu parea también. Pero mientras más elementos diferenciadores existan más ajustes tendréis que hacer. Si como pareja tenéis herramientas personales como las mencionadas antes, podréis ir resolviendo los desajustes que se vayan presentado pero por contra cuando no se disponen de ellas, las diferencias se pueden convertir en un campo de batalla.

Te pongo un ejemplo:

Elena valora en su vida la naturaleza y los animales. Desde bien niña ha convivido con perros, gatos, conejos y ha tenido cerca la huerta de sus abuelos. Para ella es esencial poder compartir gran parte de su tiempo libre con su perra bien en la playa o montaña. Además el cuidado de su salud física es un eje fundamental de rutina semanal. Se esfuerza en organizar y planificar tiempo para hacer ejercicio moderado casi todos los días y le preocupa lo que come así es que se esfuerza en buscar alimentos saludables y preparar comida sana.Se acuesta temprano ya que le gusta aprovechar el día, la luz del sol y además para poder hacer toda esa actividad física necesita estar descansada. Le gusta el silencio y disfrutar tiempo con sus amigos pero en grupitos pequeños. Aprovecha cualquier excusa para salir «huyendo» de la ciudad donde vive.

Adrián ha vivido toda la vida en la gran ciudad. Su contacto con la naturaleza se reduce al mes de agosto en la que se iba con sus padres 15 días a un apartamento de la playa pero durante el año del año la naturaleza no estaba presente. Sus padres le han inculcado un gran amor por la cultura y el arte así es que es un apasionado del cine, del teatro, de reuniones literarias. Le encanta estar «en la calle» en contacto con la gente. Su noche «perfecta» es un pase de cine o teatro, una cena suculenta con los amigos y seguir la marcha hasta que el cuerpo aguante. Siempre ha sido muy dormilón así es que siempre que puede duerme y duerme. Despertarse antes de las 12:00 un domingo para él es un sacrilegio.Come porque hay que comer pero nunca le ha preocupado tiene otras prioridades. Además no tiene tiempo así es que delega en chino de debajo de su casa, pizza a domilicio, algo de comida rápida, de vez en cuando un tupper de casa de mamá, y el bar de al lado del curro se ha convertido en su segunda casa. ¿Ejercicio? Bueno se ha apuntado a la moda de correr y gimnasio al mediodía porque sus compañeros lo hacen no termina de enganchar así es que tiempo real y efectivo de ejercicio a la semana es poco.

¿Cuándo empiezan los problemas?

Como podrás comprobar los valores de Elena y Adrián son diferentes. Sus vidas, sus gustos, sus preferencias, sus maneras de vivir y entender el mundo son totalmente opuestas pero ambas igual de respetables. A pesar de que pueda existir mucho amor, ¿tendrán Elena y Adrían que realizar muchos ajustes para poder dar espacio a ambos modelos de vida?. Si ambos como personas individuales no cuentan con las herramientas necesarias para poder comprender y dar espacio al otro a través de la comunicación, negociación, cesión, escucha activa, las diferencias que podrían ser enriquecedoras, podrían terminar siendo un gran obstáculo para la relación. Si esas grandes diferencias se presentan durante el noviazgo y como pareja no logran resolverlas de forma constructiva y se traduce en constantes enfados, renuncias excesivas más por un lado que por otro, terminarán desgastando la relación pero sus creencias de «los polos opuestos se atraen» les llevarán a interpretar esas grandes diferencias como símbolo del gran amor que se profesan y quizá mantener algo que deberían terminar y acostumbrarse a vivir en una relación tóxica basada en una creencia desajustada del amor.

El Amor Saludable nº 4: valores en común facilitan el entendimiento

Cuando tienes una afición y la compartes con otras personas a través de actividades, un club, reuniones, ¿cómo te sientes? Te sientes parte de algo, ¿verdad? Puedes compartir con otras personas tus inquietudes, tus curiosidades, te sientes comprendido, y tener que hacer esa actividad con esas personas es muy sencillo, todo fluye con más facilidad, ¿cierto? Inclusive en ocasiones es necesario negociar porque no compartís al 100% de la visión de esa actividad pero la actitud para resolver los obstáculos es más abierta y receptiva.

Te pongo un ejemplo.

Elena y Adrían se conocieron hace años en un curso de fotografía y periodicamente se reúnen para hacer salidas fotográficas. Se pasan horas hablando de fotografía, comparten recursos, información para estar permanentemente actualizados. Pero Elena es «canon» y Adrián es «nikon» y ambos defienden hasta el extremo el uso de «su marca» cuando algún amigo les pide consejo algo que les ha llevado a tener pequeñas diferencias que ha resuelto con una buena conversación. A Elena le encanta la fotografía de la naturaleza en cambio a Adrián es un amante de la fotografía nocturna. Así es que han tenido que esforzarse en encontrar una espacio más neutro y luego negociar de forma los lugares dónde ir hacer fotografía. Compartir esta afición les hace sentir bien cuando están juntos y a fortalecido su relación de amistad con el paso de los años.

El ejemplo que te he puesto es muy básico pero lo puedes extrapolar a cualquier valor de la vida. Compartir valores no te garantiza que no vayan a existir elementos que diferenciadores o problemas en tus relaciones de pareja o de cualquier tipo ¡recuerda que eres único y especial! pero tener valores comunes te facilitará el buen entendimiento y en consecuencia el acercamiento lo que aumentará la probabilidad para disfrutar relaciones más sanas y constructivas.

¿Y tú que opinas?

¡Feliz día!

Nayra