ELLAS NO SON CULPABLES

Desgraciadamente este año 2015 no es diferente a otros años donde los medios de comunicación nos informan de las víctimas mortales de violencia de género que se producen mes tras mes. Hay semanas espeluznantes en que el número de víctimas mortales se suceden … una, dos … o como el comienzo de mes de mayo, cuando la víctima mortal de violencia de género fue un niño de 10 años.

Estas situaciones producen mucha indignación, seguro que se te revuelven las tripas, y para las personas que no se hayan encontrado nunca en una relación de ese tipo, resulta difícil de comprender porque ellas permanecen en ese tipo de relaciones.

Esa falta de comprensión o desconocimiento de la situación puede llevar a que que juzgues, reproches o culpabilices a ELLA, cuando el único responsable del maltrato es el hombre que ejerce la violencia.

Desgraciadamente a las mujeres víctimas mortales de violencia de género no las podemos ayudar, pero en cambio, si lo podemos hacer a los cientos de miles de mujeres, también víctimas, que viven aún en silencio su martirio.

¿QUE DEBO EVITAR HACER O DECIR?

Fernando Gálligo Estévez, en su excelente libro “SOS…mi chico me pega pero yo le quiero” (Pirámide, 2009) nos proporciona las siguientes orientaciones por si quieres saber cómo ayudar a tu madre, a tu hermana, a tu amiga o a tu vecina.

Empieza por EVITAR:

No le juzgues Intenta empatizar con ella sin juzgar su actuación.
No le reproches.
No digas frases del tipo siguiente, ya que sentirá que no le comprendes y que le reprochas su sufrimiento como si lo hubiese elegido voluntariamente sufrir lo que está sufriendo:
- ¿cómo has sido capaz de aguantarle tanto tiempo?
- ¿Cómo dejaste que te pegara o menospreciara?
- ¿Por qué no me lo dijiste mucho antes?
Nunca la culpabilices, la responsabilidad del maltrato está solo y exclusivamente en la persona que hace daño pero nunca en la persona que lo sufre.
No quites importancia a su relato, aunque lleve poco tiempo con su relación, los malos tratos empiezan siempre de forma gradual y con el paso del tiempo pueden ser más frecuentes y dañinas.
No emplees actitudes de sobreprotección. Respeta sus decisiones. Atribuirte la capacidad de decidir por ella no le ayudará, dale su tiempo. Evita decirle:
- “Yo iré a enterarme de lo que necesitas”.
- “No le cuentes a nadie esto porque te criticarán”.
- “No le contradigas para que no te trate mal”.
- “No se te ocurra denunciarle que no te va a servir de nada”.
No expreses deseos de venganza, sentimientos de odio y violencia, ella podría minimizar la próxima vez el maltrato recibido por miedo a tu reacción. Evita decirle:
- Como lo coja lo mato.
- Dime dónde vive que voy a por él.
- Le voy a hundir la vida.
- Su familia lo va a pagar.
No descargues tu estrés emocional sobre ella, así es que no le digas:
- Será tu novio pero yo le odio.
- Será desgraciado, maldita la hora en el que le conociste.
- Desde que sales con él, no me habéis dado más que disgustos.
No le habléis sobre el agresor, necesita distancia física y emocional para que ella recobre su estabilidad emocional.
No pierdas tiempo en convencer a la familia o a las amistades de él que es una persona violenta. Para muchos padres es muy duro reconocer que su hijo ha hecho algo malo, ya que se sienten cuestionados como educadores de su familia. Pueden sentirse culpables y afectador, y al no estar preparados para reconocerle, minimizan o niegan lo ocurrido.

¿QUE PUEDO HACER O DECIR?

Puedes seguir ayudando a tu madre, hermana, amiga, vecina …

Continúa HACIENDO:

Escucha el relato de los hechos, crea un clima de confianza y comprensión, transmitiéndole confianza y seguridad.
Identifica las primeras señales de maltrato y que ella sepa que las conoces, para que ella perciba que la comprendes y que puede acudir a ti para ayudarla.
Habla con sinceridad sobre lo que es el maltrato:

Dile que los menosprecios, malos tratos, descalificaciones y calumnias son malos tratos, aunque hasta ahora no lo haya visto de esa manera.
Dile que los celos, el control y el domino NO son manifestaciones de amor.
Dile que los empujones, bofetadas, puñetazos, golpes, pellizcos NO son la forma más adecuada para resolver las discusiones.

Ayúdala a buscar soluciones a los problemas más inmediatos, pero NO le quites protagonismo, acompáñala y oriéntala.

Puedes aconsejar la denuncia pero sin presionarla si ella no se atreve, puede que tenga mucho miedo y finalmente resulte contraproducente. Acude a un centro especializado que os proporcionen apoyo y orientación.
No cuestiones ninguna parte de su relato, tú función es de escucha activa.
No discutas con ella sobre la cantidad o la calidad de la violencia. La violencia es violencia en cualquier de sus manifestaciones.
Respeta que quizás NO quiera hablar de algunos temas, son dolorosos para ella. Todavía no está preparada, respeta su ritmo.
Ayúdala a que se relacione con un entorno sano, amigos, familiares proponiéndole actividades de interés, para que trate poco a poco de normalizar su vida y salga de su aislamiento.
Ayúdala de forma incondicional, aunque siga con la relación.

Los medios de comunicación hablan de las víctimas mortales de la violencia de género. A día de hoy, 13 víctimas mortales, además 16 niños huérfanos, también víctimas de violencia machista.

Pero son cientos de miles las denuncias interpuestas por muchas mujeres, que siguen necesitando nuestra ayuda, de TU AYUDA… así es que te animo a que sigas HACIENDO!