La sencillez es bella …
Llega el último viernes del mes y aquí estoy otra vez … con un pequeño gran momento dentro del proyecto 12 meses 12 momentos … le tocó el turno al mes de julio.
Es posible que estés ultimando los preparativos de tus bien merecidas vacaciones. Igual tienes la suerte de coger un avión y cumplir con ese viaje soñado … 1 semana, 10 días sin parar de hacer cosas nuevas, organizar, conocer y descubrir …¡genial!. Es verdad que poder hacerlo aunque en ocasiones físicamente es agotador, sirve para desconectar mentalmente de la rutina … parece que uno viene renovado, ¿verdad? A mi personalmente me sienta muy bien, conecto después con energía y savia con mi día a día. ¿Y a ti?.
Pero quizás no seas de los afortunados de poder viajar este año ..quizás tengas que quedarte en casa o quizás si viajas, pero este año te ha «tocado» negociar y el destino acordado no es muy excitante para ti … lo ves demasiado «relajado». Como el otro día me decían en consulta, «¿es que allí que voy a poder hacer? No se puede hacer nada … es que no hay nada. Y sino hago cosas a mi me da algo».
Es verdad que es un «pequeño» inconveniente irte de vacaciones y no poder disfrutarlas como a ti te gustaría .. «todo el año esperando para esto» es uno de los inconvenientes de empeñarnos en disfrutar las vacaciones con personas queridas, si decidieramos ir solos, eso que nos ahorraríamos ( nótese la ironía del comentario ;)) ).
Pero tú y yo a lo nuestro … quizás tengas una parte de razón, quizás allí donde vas no puedes «hacer» todas esas cosas maravillosas y excitantes, las opciones son más limitadas. Aquí es donde te hago mi pequeña propuesta …
…¿Has pensado que el «no hacer» también puede aportarte algo nuevo y diferente? …. fíjate si es sencillo. Supone NO organizar, planificar, coordinar … quizás puedas descubrir que si «no haces» el tiempo suficiente, y no estás en activo, incluso dando espacio y cabida al aburrimiento, ¡por que no! igual incluso … ¡disfrutas!.
Durante tooodo el año corres de aquí para allá … tu cerebro tiene cientos de horarios, responsabilidades, citas, reuniones a las que llegar con las que cumplir. En ocasiones ese ritmo te mantiene activo y te gusta, las cosas fluyen … Y en otras, en fin, se descarrila un poco el estrés.
¿Que tal si pruebas a NO HACER NADA? Tan solo ábrete a la experiencia de lo que se presenta en cada momento quizás descubras … o no … que la sencillez de las cosas que nos rodean, la sencillez del NO HACER también es bella.
¿Te atreves a experimentarlo?
¡A por ello!
Nayra
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!