El estigma y el VIH: 3 formas de revisar nuestras actitudes
Uno de los aspectos más sobresalientes de la infección por VIH es el estigma que la acompaña. El estigma, que va ligado a actitudes de discriminación y rechazo, es el principal problema que tienen hoy en día las personas con VIH en España, y puede llegar a comprometer su salud y su bienestar psicológico. Además, está dificultando la prevención del VIH.
Para poder atajar este problema necesitamos ser conscientes de que existe. Por eso, en este artículo vamos a hablar del estigma, de sus repercusiones sobre la salud y de qué podemos hacer para trabajar nuestras propias actitudes de rechazo.
Qué es el estigma y cómo se relaciona con la discriminación
Podemos decir que el estigma hace referencia a una característica de una persona que la hace diferente, y que a ojos de los demás la devalúa y la denigra. Se pueden distinguir diferentes tipos de estigma:
- Algunos estigmas hacen referencia a características físicas, como por ejemplo la obesidad o las discapacidades físicas.
- En otras ocasiones el estigma está asociado a características psicológicas, como ocurre con las personas que son adictas al alcohol u otras sustancias.
- También podríamos hablar de estigmas socioculturales que hacen referencia a los rasgos étnicos de una persona, a su procedencia geográfica, a su clase social, y que podemos observar, por ejemplo, en personas que viven en riesgo de exclusión social.
Muchas veces el estigma se puede asociar a varias categorías diferentes. En el caso del VIH, el estigma asociado a las personas afectadas ha estado muy ligado a estigmas basados en el carácter (prueba de ello es la asociación que históricamente se ha hecho entre el VIH y las personas que hacen uso de drogas inyectadas o a la comunidad gay), pero también ha tenido mucho peso el estigma debido a características físicas por la relación que se estableció, al principio de la epidemia, entre el virus y el deterioro físico. El estigma sociocultural, por su parte, es evidente cuando se asocia la epidemia a la población de países del Tercer Mundo.
En cualquier caso, el estigma marca una diferencia indeseable entre la persona que lo posee y la aleja de la norma, poniendo en entredicho su humanidad.
Aquí es donde entra en juego la discriminación, porque ante esta negación de la dignidad y de la humanidad de las personas estigmatizadas solemos realizar conductas de evitación y darles un trato injusto basado en actitudes de rechazo.
En qué consiste la discriminación hacia las personas con VIH
La discriminación ha sido muy fuerte desde los primeros momentos de la epidemia, y todavía se mantiene a día de hoy, aunque tal vez de manera más sutil, a través de actitudes de rechazo.
En el año 2010 Fipse publicó un informe sobre las creencias y actitudes de la población española hacia las personas con VIH, y los resultados de esta investigación indican que una parte importante de la sociedad siente incomodidad ante las personas con VIH, y que pondría en marcha comportamientos de evitación en situaciones cotidianas:
- Casi el 60% de la población sentiría incomodidad si un/a estudiante del colegio de su hijo/a tuviera el VIH, y el 40% cambiaría a su hijo/a de colegio.
- El 30% de las personas que manifiestan que sentirían incomodidad si trabajaran junto a una persona con VIH intentaría cambiarse, o cambiar a la persona con VIH, de puesto o de lugar de trabajo.
- El 44,5% de la gente sentiría incomodidad si una persona con VIH trabajara en la tienda donde compran habitualmente; de este porcentaje de personas, un poco más de la mitad cambiaría de tienda.
- El 20% de la sociedad apoyaría políticas que discriminaran directamente a las personas con VIH (estableciendo lugares separados en los espacios públicos o publicando los nombres de las personas infectadas para poder evitarlas).
- Otro de los resultados más duros que refleja este informe es que el 20% de la población considera que las personas con VIH son culpables de haberse infectado, y el 17% piensa que se lo tienen merecido.
Los sentimientos más comunes que la sociedad siente hacia las personas con VIH son la pena, el miedo, el enfado y el asco.
Las consecuencias para las personas afectadas
Ante estos datos, no es de extrañar que el 80% de las personas con VIH declare que el estigma y la discriminación son el principal problema al que se tienen que enfrentar. El estigma hace que les resulte más difícil establecer nuevas relaciones con otras personas, y pueden entrar en procesos de aislamiento social. También hay consecuencias psicológicas: el estigma favorece procesos de ansiedad, depresión y sufrimiento. Son habituales los sentimientos de inferioridad, culpa y vergüenza, y a veces se ponen en marcha conductas de auto-aislamiento para evitar el rechazo.
Aquí tienes un excelente vídeo que te ayudará a comprender mejor, solo son 2 minutos !!!
De dónde surge la discriminación
Las causas del estigma hacia el VIH son numerosas y complejas, y se nutren de las desigualdades que existen en las estructuras de género, de clase, raciales y sexuales a través de la relación que se ha establecido, de manera equivocada, entre el virus y determinados grupos de la población que han sido considerados de riesgo a lo largo de la historia de la epidemia: las trabajadoras del sexo, las poblaciones africanas, el colectivo gay o las personas en riesgo de exclusión social sufren sus propios estigmas, que están en la base de la discriminación relacionada con el VIH. Desde sus comienzos, el VIH estuvo muy asociado a estas prácticas o identidades que se salían de la norma. El VIH y el sida vistos como enfermedad, decadencia, muerte y horror no ha hecho más que enfatizar el estigma, y suman los significados atribuidos a las enfermedades serias e incurables a los de las estructuras que generan desigualdad social.
Las consecuencias para la prevención del VIH
El estigma relacionado con el VIH no solo afecta a las personas que han sido diagnosticadas, sino que también dificulta las labores de prevención. Ante el miedo de obtener un posible resultado positivo, el 54% de la población decide no hacerse la prueba del VIH, lo que puede favorecer que el diagnóstico se retrase. El temor al rechazo si el resultado es positivo también es un motivo importante por el que la gente decide no hacerse la prueba.
En el contexto actual, en el que se calcula que entre el 25% y el 30% de personas con VIH están sin diagnosticar, y teniendo en cuenta que por cada persona diagnosticada precozmente se evitan tres nuevas transmisiones del virus, estos datos de los efectos del estigma sobre la prevención son muy preocupantes.
3 pasos para reducir el estigma
¿Qué puedes hacer TÚ para combatir el estigma? Te doy 3 ideas que pueden ayudarte:
- Busca información: muchas veces el miedo y las actitudes de rechazo derivan de una falta de información. Si actualizamos nuestros conocimientos y nos hacemos una idea ajustada a la realidad de lo que supone vivir con VIH, es probable que nuestros prejuicios pierdan fuerza.
- Empatiza: ninguna persona se merece tener una infección crónica, ni sufrir discriminación por este motivo. Piensa que cualquiera que tengamos una práctica de riesgo podemos infectarnos con el VIH. Si te ocurriera a ti, ¿cómo te gustaría que te trataran los demás?.
- Reflexiona: si en alguna ocasión te das cuenta de que están mostrando una actitud de rechazo (ya sea a través de un comentario o de una acción), párate y piensa. ¿Qué prejuicio está fomentando esta actitud? Si escuchas comentarios estigmatizantes por parte de personas cercanas a ti, házselo ver; pasar por alto estos comentarios no beneficia a nadie.
Es responsabilidad de TODOS seguir trabajando para combatir el estigma que sufren cientos de miles de personas que viven día a día con el VIH. El cambio empieza POR TI, ¿te atreves?
El rincón del colaborador del Mundo de Nayra
Esta semana tengo el placer de presentarte a un gran profesional y mejor persona, Esteban Brook-Hart, psicólogo en la Asociación Valenciana de VIH, Sida y Hepatitis de Valencia (AVACOS-H). AVACOS-H es una ONG que cuenta con 24 años de experiencia en la asistencia a las personas afectadas por el VIH y en la prevención de nuevas transmisiones. Está situada en un adosado en la calle Gabriel y Galán, nº 24, y tiene un limonero precioso bajo el que te puedes tomar un café si algún día te pasas de visita. ¿Tienes dudas sobre el VIH o quieres pedir cita para la prueba? Llama a la asociación al 963342027 y te ayudaran en lo que necesites.
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