No soy raro, solo diferente y único

Los seres humanos vivimos en sociedad. Relacionarte con el resto de tus congéneres una fuente de satisfacción para la mayoría de nosotros. Desde que eres pequeño te relacionas constantemente con diferentes grupos de personas … familia, amigos de verano, amigos del colegio, universidad, vecinos, trabajo etc. Salvo la familia, el resto de las personas con las que te relacionas con más o menos intimidad, sueles elegirla con cierto grado de libertad. Tienes compañeros de trabajo pero incluso dentro de ese grupo que tú no has elegido quizás tengas la posibilidad de arrimarte a aquellos que más te gustan o con los que te sientes más afín. Nos gusta sentirnos parte de un grupo. Es muy sano y  aporta mucho bienestar emocional.

Pero no cabe la menor duda que aunque te guste formar parte de … cada uno de uno de nosotros, tú también, eres primero y ante todo individuo. Con tus gustos, virtudes, limitaciones, con tu individualidad que te hace único, diferente y muy muy especial. Eso que te hace brillar con luz propia.

La gracia de vivir es aprender a encontrar esos grupos donde tú puedas brillar tal y como eres, donde los demás te acepten de forma incondicional y reconozcan el valor que tu tienes. Pero para que los demás te acepten primero tienes que aceptarte incondicionalmente tú. ¿Tienes algún obstáculo? Te dejo un artículo que quizás te ayuden a reconocer alguna piedra del camino. Haz CLICK aquí

Así es que no, no eres raro, ni rara, ni rarita … tan solo eres diferente, único y muy especial. Claro que si porque eres irrepetible.

¡Feliz semana!