10 síntomas físicos de la ansiedad
En el artículo de hoy quiero compartir contigo cuáles son el significado real de las sensaciones físicas que tienes cuando experimentas la emoción de la ansiedad y esto te ayude a comprender mejor a tu cuerpo cuando sientes ansiedad, gestionar mejor la emoción de la ansiedad, y a interpretar la ansiedad como algo muy desagradable pero NUNCA como algo peligroso.
En el mes de febrero, en el dentro del proyecto Tus Emociones de la A a la Z, te contaba qué es la ansiedad y cuanto de necesaria es en tu vida. Unas semanas más tarde, completé esa información escribiéndote qué es un trastorno de ansiedad y que la intensidad desproporcionada y recurrente de tu ansiedad ante situaciones que no lo exigen pueden convertirse en el tiempo en un trastorno de ansiedad.
¡Te animo a que le eches un vistazo a los artículos anteriores!
¿Qué siente tu cuerpo cuando sientes ansiedad?
Si estás ante una situación de peligro real o potencial, tu cerebro manda una señal a tu Sistema Nervioso Autónomo (SNA) que entre otras muchas funciones, tiene la responsabilidad de preparar a tu organismo ante situaciones peligrosas. Ante una situación de peligro, el Sistema Nervioso Autónomo (SNA) se pone en marcha de forma automática e involuntaria, tiene una función de pura supervivencia para la especie humana. El Sistema Nervioso Autónomo (SNA) está compuesto por:
- El Sistema Nervioso Simpático (SNS) que activa el cuerpo, y lo prepara para la huída o lucha.
- El Sistema Nervioso Parasimpático (SNP) se encarga de frenar al Sistema Nervioso Simpático (SNS) y lleva a tu organismo otra vez al equilibrio.
¿Cuáles son sus características?
- El Sistema Nervioso Autónomo (SNS) funciona TODO o NADA. ¿Eso qué significa? Que cuando se pone en marcha, activa a todo tu cuerpo y no elige una zona en concreto. Esta es la razón por la que cuando experimentas ansiedad de forma elevada la sensación de malestar es tan, tan general.
- Los Sistemas Nerviosos Simpático (SNS) y Parasimpático (SNP) son complementarios y antagonistas. ¿Qué quiero decir? Cuando el Sistema Nervioso Simpático (SNS) dispara tu cuerpo activa automáticamente una respuesta contraria para equilibrar nuevamente a tu organismo. Esto permite SIEMPRE, SIEMPRE SIEMPRE que tus sensaciones físicas de ansiedad NO duren de forma infinitiva. Tu cuerpo, nuestro cuerpo, está diseñado para que las sensaciones físicas de tu ansiedad sea limitado en el tiempo. ¡Tu Sistema Nervioso Parasimpático (SNP) encargará siempre de ello aunque tú no le des la orden!
10 síntomas físicos de la ansiedad
Después de haber leído los dos artículos anteriores y lo que te acabo de explicar, seguro que tienes más que claro que tu cuerpo se activa cuando experimentas ansiedad. Ahora voy a compartir contigo la explicación científica que explica qué significa cada síntoma físico de tu ansiedad. Antes de empezar con en detalle tengo que recordarte que cuando experimentas estas sensaciones de ansiedad, tú y tu cuerpo adoptáis una conducta de huída y para huir el cuerpo necesita poner en marcha ciertas partes de tu cuerpo. Son las siguientes:
- Tu corazón experimenta taquicardia. ¿Por qué? Si tu cuerpo detecta un peligro y necesita huir de esa situación, tus músculos necesitan energía extra para poder funcionar y huir de esta situación. Así es que tu corazón tiene que bombear más rápido para transportar a mayor velocidad el oxígeno y la glucosa que exigen tus músculos.
- Tu estomago ralentiza sus funciones y sientes nauseas. Tu organismo funciona siempre por prioridades, y si estás en una situación de peligro real o potencial, tu estomago, tu sistema gastrointestinal NO es imprescindible para que te ayude a huir. Así es que de forma muy sabia tu cuerpo economiza los recursos que tiene, deteniendo todas aquellas funciones que no sirven para resolver el problema inminente. Dependiendo de la función que esté realizando en estos momentos su sistema gastrointestinal, tus molestias pueden ser diferentes. Si por ejemplo acabas de terminar de comer, y estás haciendo la digestión, y se presenta la ansiedad, dejas de segregar los jugos gástricos necesarios para ese proceso, y la digestión se paraliza. Esto explica que puedas experimentar sensaciones de nauseas. Si por el contrario ya has hecho la digestión pero la parada se produce en el intestino grueso, puede que experimentes colitis o estreñimiento.
- Tus ojos ven lucecitas: cuando estás ante una situación que interpretas como peligrosa, tus ojos sufren cambios para que puedas percibir más detalles a tu alrededor, aumentando la visión periférica. Para que puedas hacer esto, tus pupilas se tienen que dilatar. Si además esa dilación pupilar se combina con una exposición a mucha luz, como puede ser un día soleado, lo que intensifica la dilatación pupilar inicial, puede provocar que veas “lucecitas”, percibas luces más brillantes o que algunas imágenes las veas más defectuosas.
- Tu sudor, calor, sofoco: tu corazón está bombeando más sangre tanto a tus músculos como aquellos órganos vitales que son imprescindibles para huir. Ese aporte extra de sangre, hace que aumente tu temperatura corporal. Debido a este aumento de temperatura puede que tu cuerpo, a través de los poros de tu piel, evapore agua en forma de sudor para refrigerarse, para enfriar a tu cuerpo y volver al equilibrio.
- Tu boca se reseca: tus glándulas salivares también se paralizan. Segregar saliva en este momento no es prioritario para salvarte del peligro así es que pasa a un segundo lugar.
- Tus músculos se tensan y provocan calambres y/o temblores: tus músculos SI que son prioritarios en una situación de peligro, ya que son los que te van a permitir huir. Tus músculos están recibiendo constantemente todo el aporte de glucosa y oxigeno para que puedas correr los “100 metros lisos” batiendo todos los records olímpicos;))). Si tienes un peligro real que te hace correr, liberas toda esa energía acumulada en tus músculos. Pero el problema está cuando el peligro que tú percibes y que te hace sentir ansiedad, NO te lleva a correr los “100 metros lisos”, sino estás sentad@ en el sillón de casa o en el trabajo. Esa energía extra que estás “fabricando” no la liberas, así es que es muy probable que al quedar reprimida te provoque calambres, temblores o pinchazos.
- Tus arterias y venas se transforman y pueden provocar hormigueo, pérdida de sensibilidad, palidez incluso frío. A estas alturas tu cuerpo sigue en “servicios mínimos”, todos los recursos de tu cuerpo están en los músculos y en el corazón, en tus órganos vitales. Para que tu corazón pueda bombear más sangre, reduce el riego sanguíneo de las zonas periféricas y menos importantes de tu cuerpo, como pueden ser la cara o extremidades. Esto es lo que se conoce como vasoconstricción periférica.Así es que al experimentar ansiedad, tu Sistema Nervioso Simpático (SNS) manda una señal a las arterias y venas de tus extremidades y cara y contrae los vasos sanguíneos disminuyendo el flujo de forma loca. Al disminuir el riego tus manos están más frías y sientes hormigueos.Si este proceso de vasoconstricción periférica se produce en tu cara, es cuando te quedas “blanco”, es decir, sufres palidez.
- Tu riñón se ralentiza y produce menos orina: hacer trabajar tu riñón para producir orina no es importa, se paraliza temporalmente. Pero por el contrario tu vejiga recibe la orden de “vaciado”. Esto te puede ayudar a comprender por qué razón cuando estas ansios@ tienes más ganas de ir al servicio.
- Tu hígado produce más glucosa: el hígado almacena y produce la glucosa que necesita el cuerpo. A estas alturas ya sabes que tus músculos necesita de “gasolina” o sea de glucosa, para poder emplear toda la energía extra que exige la situación de “peligro”. Por tanto tu nivel de azúcar en sangre aumenta durante estos periodos.
- Tus pulmones necesitan más oxigeno. Para poder generar toda la energía extra que necesitan tus músculos, además de un extra de sangre, necesitas muchos “extras” de oxigeno. ¿Cómo lo logras? comienzas a respirar de forma más rápida y con bocanadas más grandes para que te puedas proporcionar ese oxigeno demás que necesitas, como por ejemplo cuando vas a realizar cualquier tipo de deporte que requiera activación física. Hasta aquí no hay ningún problema. La dificultad se encuentra que en ocasiones cuando aceleras tu respiración y tus pulmones tienen un exceso de oxigeno y exceso NO lo consumes bien porque decides pararte y no correr o bien porque estás en situación que te genera ansiedad, tu organismo sufre una situación de desequilibrio, y puedes empezar a hiperventilar.
La hiperventilación se merece un articulo independiente. La próxima semana, el día 21 de marzo te explicaré porque hiperventilas dando respuesta a las siguientes preguntas ¿qué es la hiperventilación? ¿Qué efectos físicos tiene la hiperventilación? ¿Por qué hiperventilas si estás ansios@? ¿Y qué puedes hacer si te encuentras en esa situación?
No me cansaré de decirte ahora y en futuros artículos que las sensaciones físicas de tu ansiedad son desagradables, lo sé, pero en ningún caso te ponen en peligro real. Tu cuerpo vuelve siempre al equilibrio.
Espero que esta información te haya ayudado a poder entender mejor cómo funciona tu cuerpo cuando experimenta ansiedad, y así ayudarte a comprender y a gestionar mejor futuras situaciones.
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