Todos recibimos a diario cientos de consejos a través de nuestras personas queridas, redes sociales, TV qué es lo que tenemos que hacer para regular el estrés y cuidarnos un poco más y mejor en el día a día pero no siempre nos resulta fácil poder hacerlo.
Aunque parezca muy obvio lo que voy a compartir contigo, para cuidarnos, para cuidarte, el primer paso que tienes que poder sortear es darte cuenta que necesitas cuidarte. Cuando estamos muy estresadas y corremos por el mundo a toda velocidad resulta bastante complejo darnos cuenta que tenemos que PARAR.
Así es que antes de hacer la lista de cómo cuidarte, quizá sea recomendable aprender a darnos cuenta cuáles son las señales de alerta que tenemos que tener en cuenta que son grandes indicadores que vamos pasadas de frenada.
Cada uno se conoce y tiene un estilo de vida diferente. Yo te propongo 6 aspectos muy generales con los que quizá puedas resonar y observar en tu día a día. Vamos allá:
- Los problemas con el sueño son recurrentes: una mala noche la tenemos cualquiera pero cuando las noches en vela se empiezan a hacer más presentes, o el sueño es poco reparador y te levantas con muy poca energía quizá pueda ser una señal que algo no está del todo equilibrado. ¡Explora que pasa!.
- Tus emociones son igual que una montaña rusa: emocionalmente te sientes algo voluble e inestable. Dependiendo de la persona quizá pueda predominar una emoción u otra … enfado, ansiedad, tristeza. O quizá de todo un poco.
- Tu atención y concentración duran menos de lo habitual: notas que te cuesta centrarte más en tus obligaciones cotidianas. Te notas más dispersa.
- Tus olvidos son más frecuentes: este aspecto está relacionado con el anterior. Si tu atención está más dispersa es más difícil que puedas retener información y por tanto puedas notar que la memoria no está igual de fresca.
- Tus actividades agradables no te proporcionan el mismo disfrute: te cuesta más realizar las actividades de la vida cotidiana, incluso aquellas que habitualmente son placenteras para ti. La mochila de la rutina pesa un poco más.
- Tu apetito está alterado: bien porque comes menos bien porque comes más. Observa si hay una cambio en tu patrón habitual.
Que algunos de estos aspectos se puedan ver alterados de manera puntual a lo largo de las semanas, no tiene especial importancia, el día a día no siempre es fácil de sortear y como ser humano que eres, te puedes resentir. Todos disponemos de recursos personales para ir reconduciendo esas situaciones que nos desgastan emocionalmente en nuestra vida cotidiana.
Pero ¡ojo! cuando estas señales de alerta son muy frecuentes o muy intensas o muy duraderas y pasa el tiempo y no logras remontar el bache con tus propias estrategias, quizá pueda ser interesante que puedas consultar con un profesional de la psicología para que te proporcione las herramientas complementarias y que puedas recobrar nuevamente el equilibrio físico y emocional.
Aprender a darnos cuenta y detectar que señales de alerta se encienden es el primer paso para comenzar a regular tu estrés.
Y tú, ¿ qué señales detectas?
Me encantará leer tus comentarios.
¡Muchas gracias compartir y feliz semana!