¡Descubre cómo y con quién quieres bailar!
¡Semana nueva, imagen nueva! Ya sabes como va esto, todos los viernes comparto contigo una imagen diseñada por mi acompañada de una mini mini reflexión por si esto que comparto contigo pueda ayudarte en algo en esto momento de tu vida. Naces en una familia, en una ciudad de un determinado país, en un lugar del mundo. Todo ello se traduce en un infinito número de normas sociales, culturales, legales que van condicionando tu manera de ver el mundo. Esto no es ni bueno ni mal … es inevitable que ya que vives en sociedad y como miembro de la misma te ves influenciado por todo ello.
A medida que vas haciéndote adulto, ya incluso en tu etapa de adolescente, comienzas a revelarte con muchas de esas normas de lo «tiene que ser» o lo que escuchas que «se espera de ti». A lo mejor concuerda con tus valores y deseos de vida, en tal caso, es maravilloso. Cualquier manera que elijas si es coherente con con lo que tu sinceramente quieres, es muy licito y tu vida cobrará más sentido.
Pero aunque tu manera de vivir sea muy similar a aquella forma en la que te has educado, nacido y desarrollado es muy probable que como ser único y muy muy especial que eres, no coincida todo al 100%. Es difícil, al fin y al cabo tenemos maneras diferentes de percibir el mundo. Pero en ocasiones no te permites ni siquiera cuestionarte si esto que haces o de la manera en la que vives realmente es algo que tú deseas, que habla de ti o de tus valores, o simplemente los has aprendido y los repites sin más. Es probable pero que ni siquiera seas consciente en alguna de esas ocasiones que eso pertenece a tu entorno, a tu sociedad, a tu familia pero no tanto a ti. ¿Lo has pensado alguna vez?. Vivimos más en piloto automático de lo deseado así es que no te sorprendas tanto si descubres que algunas cosillas que llevas en la mochila no te «molan» tanto solo las has aprendido y valorado que «son así» … «son los normal» (la frase estrella en mi despacho). Pero ni mucho menos, tan solo es a lo que estás acostumbrado.
Y en otras ocasiones todo es mucho más evidente ya que tú te sientes el «patito feo» de tu entorno, no terminas de encajar con aquello que se dice, que se busca, con ese estilo de vida, con esa manera de entender el mundo. No se si lo sabes pero te lo digo yo por si acaso … no eres el «patito feo», no eres el «rarito o la rarita» sino un ser muy especial con criterio propio que desea decir cómo y con quien bailar y no que le digan cómo hacerlo y mucho menos con quien. En ocasiones este tipo de decisiones implica tensiones y malestar con tu alrededor, sobre todo si tienes uno entorno familiar o de amigos poco flexibles.
Cierto definir la dirección de tu vida sin contar con el apoyo de los tuyos no siempre es cómodo pero al menos tú vivirás de forma coherente con tus valores y créeme que eso a largo plazo es gran fuente de bienestar emocional.
¿Y tú cómo y con quien quieres bailar? No olvides que tu vida es tu RESPONSABILIDAD. Y de momento solo sabemos que tenemos UNA. Tú decides cómo exprimirla.
¡Feliz día!