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Mito del Amor Romántico nº8: «Somos una única persona, siempre juntitos»

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¡Semana nueva, post nuevo! Ya sabes de que va esto, en breve cerraré el círculo de los mitos del amor romántico. Nueve artículos desgranando contigo semana a semana las creencias sobre el amor que imperan en nuestra sociedad y que si, tienen consecuencias en ocasiones no muy saludables para la relación de pareja. En el artículo de la semana pasada te volví a proporcionar todos los enlaces por si alguno de los mitos no has podido leerlos. Aprovecha y haz click aquí.

En ningún caso espero que lo que te vaya a contar en una pocas líneas te haga cambiar de opinión. Las creencias que puedes tener al respecto estarán bien arraigadas así es que es probable que haya cierta resistencia a creer lo que te voy a contar. No pasa nada, es comprensible pero aún así te invito a que lo leas y trates de mostrarte abierto y receptivo a escuchar nueva información.

Si así lo decides … ¡muchas gracias por tu tiempo y buena disposición!. Tiene mucho valor lo que haces.

Antes de empezar te recuerdo que estas líneas no son una apología contra el amor, todo lo contrario, el objetivo es poder definir e identificar un amor sano y equilibrado.

¡Acompañame un poqutio más!

 

Mito del Amor Romántico  nº 8 :»Somos una única persona siempre juntos».

Evidentemente comprometerte a estar en pareja, bien haya convivencia o no, implica que destinarás más tiempo para poder estar con esa persona y construir y desarrollar un proyecto en común. Si las parejas no disfrutan de tiempo juntos dificilmente podrán conocerse y explorar y el enamoramiento inicial se transforma en un amor más profundo y duradero. Así es que partiendo de la base que si es importante compartir tiempo en pareja, una cosa es priorizar y destinar tiempo y otra es dedicar todo tu tiempo a tu pareja.

Es comprensible que en una etapa inicial de tu relación de pareja, cuando estás locamente enamorado, si que la inversión de tiempo es mayor. Piensas y respiras para estar con la otra persona. Eso tiene su razón de ser y sentido, ayuda a establecer vínculos emocionales con la nueva persona que ha aparecido en tu vida. ¿Te ha ocurrido alguna vez? ¿Recuerdas la energía que supone? Menos mal que esa etapa no dura siempre de lo contrario otras áreas de tu vida se verían seriamente perjudicadas. Además de que tus amigos y familiares terminarían un poco cansados del mono tema … ¡lo genial que es tu pareja!. Hasta aquí no hay inconveniente.

Pero ¿cuando es el momento en que vuelves a recuperar cierto ritmo en tu vida y además de tu pareja le dedicas tiempo a tus amigos, a tu familia, a tu tiempo libre?  Si no logras recuperar ese equilibrio porque consideras que estar en pareja implica hacerlo todo con ella, y tenéis que estar siempre «junticos» es probable que a largo plazo se puedan presentar dificultades. ¿Cuales? Sígueme y te lo cuento.

Dificultades a largo plazo

Si consideras que vivir en pareja implica que lo tienes que hacer todo juntos esto puede representar algunos problemas a largo plazo:

  • Tu pareja puede tener una visión diferente que tú así es que puede sentirse agobiada y pueden surgir tensiones por no tener su espacio individual y poder atender otras áreas de su vida que también son importantes de además de su relación contigo.
  • Tus relaciones con amigos puedes deteriorarse o terminar desapareciendo. Esas relaciones también necesitan de tiempo para que puedan mantenerse vivas.
  • No dedicar tiempo a fomentar áreas individuales como tus aficiones empobrece tu vida personal.
  • Si tu pareja no comparte esa visión de estar siempre juntos puede suscitarte celos.
  • Tener pareja no es garantía que la tengas toda la vida así es que si se produce una ruptura, tu vida quedará muy «vacía». Recuerda que si no has cultivado otras áreas como las aficiones, los amigos, cuando quieras «tirar» de ellos es más probable que no estén. En estas situaciones, muchas veces no siempre, ocurre que para llenar esos «vacíos» se tienden a buscar otra pareja rapidamente.

En conclusión, construir una relación de pareja en base a la creencia de «estar siempre junticos» tiene consecuencias y no siempre muy positivas.

Somos una única persona

Ni que decir tiene que eso de que somos una única persona no tiene ninguna base. Tú eres tú y tu pareja es tu pareja. Ambos sois seres individuales, únicos y maravillosos solo por ser como sois. En este apartado no me extiendo mucho ya que de alguna manera ya lo he abordado en otros mitos del amor romántico. Haz click en el  mito amor romántico 5  y refresca la memoria.

 

Amor saludable nº 8: «Soy único y especial»

Como ser individual que eres y para que puedas disfrutar de bienestar emocional en la vida es importante que cultives distintas áreas que te ayudarán a enriquecer y a crecer personalmente. Vivir en pareja no es la única manera de poder disfrutar de bienestar emocional, pero si encuentras la pareja adecuada es una forma muy enriquecedora de hacer el camino de la vida. Pero además de vivir en pareja existen otros aspectos que depende de ti ya que tu vida es tu responsabilidad, ¡ no lo olvides nunca!.

¿Cuáles son esas áreas que son importantes cultivar para disfrutar de bienestar emocional?

  • La vida profesional: cuando digo trabajo no solo me refiero a trabajo remunerado ya que en tal caso estaría dejando de lado a un gran número de mujeres que trabajan en el hogar y que no reciben un sueldo pero en cambio se esfuerzan y en muchos encuentran una forma de ser útil y productiva para su familia. El trabajo es una forma que tienes para desarrollar tus habilidades y potencial como ser humano.
  • La vida comunitaria: vives en comunidad salvo que estés en el pico de la montaña, no es el caso, ¿verdad?. Encontrar tiempo y servir a la comunidad a través de voluntariado puede ser también una manera de cultivar tu bienestar emocional.
  • La vida familiar: dedicar tiempo a tu familia. Quizá a la que has construido con tu pareja y/o a tu familia extensa. Ese tiempo compartido fortalecerá tus vínculos emocionales y apoyos en los momentos difíciles.
  • La vida con los amigos: con los amigos disfrutas de aficiones, compartes recuerdos pasados y te ayudan a pasar por malos momentos. La vida es más rica gracias a ellos. Aportan valor y sentido a la travesía, ¿no crees?.
  • La vida con tus aficiones: ¿a qué le dedicas el tiempo libre? ¿qué te hace sonreír? ¿qué hace que el tiempo vuele y simplemente fluyas con esa actividad? Es importante que le dediques tiempo a descubrirlo, no tienes que saberlo sin más. Bucea!.
  • La salud de vida: el ejercicio físico y la comida saludable ayudará a cuidar tu cuerpo. Pero no solo eres cuerpo también eres mente, si si eres cuerpo-mente, así es que es importante que también le dediques tiempo a equilibrar tu salud mental. Dedicar tiempo a todas las áreas anteriores te proporcionará esa salud mental.

Así es que cultivar todas estas áreas te hacen único y especial. Si las vas equilibrando a lo largo de la vida esto te proporcionará un mayor equilibrio individual que favorecerá y enriquecerá un relación de pareja en caso de tenerla. Y si no la tienes, dispones de muchas áreas para poder vivir plenamente, ya que tener pareja no es la única manera de vivir solo una más.

 

 

Por tanto para disfrutar de un amor saludable es importante que planifiques tiempo en pareja, claro que si, pero equilibres con las otras áreas de tu vida. De esta manera disfrutarás de mayor bienestar emocional y por tanto también enriquecerá a tu pareja. Esto es un principio básico para disfrutar de un amor saludable.

¿Te atreves a intentarlo?

¡Feliz día!

Nayra

Mito amor romántico 2: «Quien bien te quiere te hará …»

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Cupido ha dejado detrás de si cientos de miles de momentos románticos con la celebración de San Valentín pero no olvides que el día, la semana y el mes siguiente a San Valentín también tienes que seguir trabajando en tu relación. Los momentos románticos solo son esos momentos románticos pero no son la esencia de una relación sana y equilibrada, tendrás que aderezar tu relación con más cositas. No son el objetivo de este artículo pero si tienes curiosidad te dejo un artículo de cómo regar tu amor a diario ¡espero lo disfrutes.!.

Ya te comenté la semana pasada que haríamos juntos un recorrido semanal por los mitos del amor romántico.  Estoy segura que durante estos días habrás podido leer más al respecto ya que muchos compañeros de profesión realizan una labor estupenda divulgando conocimientos que puedan ayudarte a cuestionar ciertas creencias socioculturales como son los mitos del amor romántico a las que todos nos hemos visto sometidos y que quizá hasta ahora no te habías ni cuestionado pero por contra llevan a vivir relaciones de parejas muy desajustadas y poco sanas. En muchos casos estas creencias sustentan muchas conductas violentas en la relación de pareja.

Es verdad que no todas las personas que le den credibilidad a muchos de los mitos del amor romántico que te voy a contar en mi entrega por fascículos van a cometer una conducta violenta (física o psicológica) contra la pareja. Pero los estudios recientes si demuestran que los mitos del amor romántico son una de los muchos factores que sustentan las conductas de violencia en el ámbito de la pareja, la violencia de género. De ahí la importancia de incorporar desde bien pequeños la educación en igualdad y qué es y no es amor.

En un artículo ya antiguo te contaba qué los mitos del amor romántico  y la semana pasada me lanzaba con el primer mito del amor romántico en la parrilla «Para ser feliz debo tener pareja» . Si no has tenido oportunidad de echarles un vistazo, te animo a que lo hagas ahora.

 

Solo serán unos minutos de tu preciado tiempo, lo sé, se cotiza muy alto. Pero quien sabe unos minutos hoy te ahorrará algunos disgustos futuro.

¿Me sigues?

Mitos Amor Romántico 2: «Quien bien te quiere, te hará llorar».

Siempre digo que el refranero español ha hecho mucho daño. Siento si esto incomoda a alguien. Nada tiene que ver con la patria como en una ocasión alguien me espetó «que poco patriótica» . Los refranes no son más que dichos populares. Que los reproduzcas de generación en generación no los hace más creíbles ni más válidos para tu vida.

Tienen cierto poder de influencia ya que no los repite el vecino de enfrente, cuyo criterio quizá cuestiones, sino que lo has escuchado hasta el infinito en tu casa, por tu abuelo, o madre, por tanto cala al nivel de refrán=verdad absoluta , ¿seguro?. 

Si gogleas «refranes amor» te aparecen cientos de entradas. Seguro que si te paras a leer unos segundos te sonarán muchos de ellos, e incluso te puede llegar a sentir muy identificado …»claro, es que es así». Así funciona nuestro querido cerebro, al final has hecho propio algo que has escuchado muchas veces y está aceptado en la sociedad en la que vives. Y por tanto te conviertes sin darte cuenta en un transmisor de ciertas creencias populares que carecen de pruebas para ser mantenidas pero que sencillamente no te cuestionas, sino repites y repites.

 

 

¿Quien no ha escuchado alguna vez «quien bien te quiere te hará llorar»? Yo si, muchas veces pero por suerte tuve una madre que ante mi primer disgusto amoroso y ciertas dudas de adolescente me dijo con mucha ternura

«Cariño, recuerda que si alguien te quiere de verdad, no te hará daño, o al menos lo evitará. El amor no es sufrimiento. Si sufres haz saltar las alarmas y escúchate».

Creo que en aquel momento no entendí la trascendencia de sus palabras al menos no conscientemente. Pero si que en mi recorrido amoroso ha estado muy presente y cuando he percibido sufrimiento he escuchado las alarmas y he actuado en consecuencia. En mi caso, tuve la fortuna de tener un referente importante en mi vida como era mi madre para que me transmitiera una idea de amor más saludable.

Pero si mi madre no me hubiera educado en un amor más equilibrado podría haber asumido la creencia popular de  » quien bien te quiere, te hará llorar»  que es lo mismo que decir:

Amor=Sufrimiento, ¿seguro?

Esta creencia como otras muchas que recoge nuestro refranero «donde hay amor, hay dolor», «amores reñidos son los más queridos», «amor sin padecer, no puede ser» sustentan la creencia que el amor es sufrimiento, normalizamos el sufrimiento dentro de las relaciones de pareja y por consiguiente te llegas a escuchar algunos consejos del tipo «hay que aguantar». Y esos consejos son muy peligrosos, ¿aguantar el qué?. Está claro que la convivencia en pareja no siempre es fácil y en ocasiones se presentan dificultades pero una cosa son las diferencias propias del día a día y esos pequeños ajustes cotidianos que hay que hacer y otra muy diferente asumir el sufrimiento como parte de tu relación de pareja.

Recuerdo en una ocasión en consulta una cliente me decía muy convencida:

«Yo le quiero mucho, me paso todo el día llorando por él».

¿Había o no había mito del amor romántico detrás?.

Amor saludable 2: «Quien bien te quiere, jamás te hará llorar».

Como bien te indicaba en el apartado anterior la vida en pareja no es un camino de rosas donde suena la banda sonora de tu vida y todo es fácil y divertido. Son muchos los ajustes que tienes que hacer con una persona a la que quieres, respetas y aceptas pero que en definitiva es diferente a ti y que por ello se crean pequeñas desavenencias cotidianas. Para poder resolver esos momentos de desequilibrio puntual dispones de muchas herramientas que cimientan un amor sano y equilibrado:

  •  La escucha activa: te esfuerzas por escuchar a tu pareja sin juzgarle, sin cortar sus argumentos, intentando comprender porqué se siente así aunque tú te encuentres en las antípodas de sus emociones. Todo ello te ayudará a empatizar con él. No significa que le des la razón, ni siquiera que estés de acuerdo. Escuchar-comprender-empatizar es un pack que no te «obliga a dar la razón». Eso no es cuestión de tener razón, es cuestión de acercarse para poder seguir haciendo el camino juntos sin perder la individualidad pero acompañando en lo diferente. Una posibilidad de hacer crecer tu amor de forma sana y equilibrada.
  • El perdón: en muchas ocasiones cometes errores. Tanto tú como yo podemos hacer o decir algo inadecuado, sin la intención de herir pero hiriendo finalmente. Lo más honesto contigo mismo y con tu pareja es reconocerlo y expresarlo. Y además de pedir perdón, también es importante dejar el orgullo a un lado y aceptar el perdón que te puedan pedir los demás.  Ahí tienes otra gran ocasión de fortalecer tu amor.
  • Reconocer y expresar las cosas positivas que hace tu pareja: tu pareja se equivoca, si al igual que tú, pero seguro que también hace muchas cosas bien, igual que tú. ¿Cuantas veces se los dices a la semana? ¿Es posible que los reproches algo más que los halagos? Esta es una labor de hormiguita que favorece y equilibra el desgaste del amor cotidiano. Te lo recomiendo!. Arriba te he dejado un enlace a un artículo antiguo que podría darte alguna pista de cómo hacerlo. Echa un vistazo al «cómo regar una relación a diario».

 

 

 

Si sufres en una relación, por la razón que sea, como mínimo para y atiende las alarmas que se encienden. No normalices el sufrimiento dentro de la pareja como propio de la convivencia, llorar con frecuencia dentro de una relación no es nada saludable. Todo tiene límites y el amor también lo tiene. Si no tienes las cosas claras y tienes dudas si esas alarmas hay que apagarlas o alejarse de ellas … no dudes en consultar puntualmente a un psicólogo, él o ella te pueden proporcionar información y ayudarte a ver las cosas con algo más de distancia para que pueda tomar la decisión más ajustada para ti. No te digo que le preguntes a tu amiga o tu primo porque quizá ellos piensan igual que tú y no te sacan de la duda .. te hunden más en ella ;)).

Como siempre te digo tu bienestar emocional es tu responsabilidad, de nadie más. Y si vives en pareja esta tiene que sumar casi todo el tiempo … más «sies» que «noes». Si no es así … para y escuchate ..¿es el momento de hacer algún cambio?. El amor sano y equilibrado no duele.

¿Te atreves a reflexionar conmigo?

¡Feliz día!

Nayra

 

 

 

 

¡ Dale alas, raíces y motivos !

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El amor hacia tu pareja, a tus hijos, a tus hermanos, a tus padres, a tus amigos debe ser LIBRE. Y para ello es necesario que construyas relaciones desde el respeto, la tolerancia, la aceptación incondicional del otro, la confianza. Son los elementos necesarios para construir relaciones saludables y equilibradas.

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