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¡Escucha para comprender no para responder!

¡Semana nueva, imagen nueva! Parece que todos los seres humanos salvo que exista un problema físico en tu oído y tengas problemas de audición, estamos facultados para OIR. Tú y yo tenemos dos preciosas orejas que nos permiten percibir los sonidos externos. Esto es lo que podemos entender  como oir. Si te paras a pensar dos segundos, en muchas ocasiones no hace falta que prestes excesiva atención. El sonido externo llega a tus oídos y aunque no lo quieras oir es muy probable que de forma involuntaria el sonido llegue a cerebro y lo interprete. Sobre todo si este es ambigüo o incluso los percibes como algo peligroso. Gracias al sonido externo en muchas ocasiones te habrá ayudado a evitar alguna situación de peligro. Si vas despistado por la calle y cruzas un semáforo en verde, el claxon del coche se acerca a ti, te informa que aligeres el paso o te lleva por delante. Oir y saltar a la cera se produce en un micro segundo y de una forma bastante rápida y automática. Muchas veces es después cuando tomas conciencia y «te das cuenta» de todo lo que ha pasado.

Pero y entonces ¿que significa ESCUCHAR?

La acción de escuchar implica cuatro cosas básicas y fundamentales:

  1. Intención: es el deseo de querer estar ahí y reconocer cada una de las palabras que la otra persona quiere comunicarte. Te importa lo que dice, te interesa lo que te está contando.
  2. Atención: la atención es una habilidad mental de todos los seres humanos, tú también. Para estar atento es necesario que postergues cualquier otra actividad que tengas entre manos, física o mental, y solo y exclusivamente tengas oídos y ojos para eso persona. No vale estar revisando redes sociales o respondiendo whasapp u organizando la agenda del día siguiente. Nada de multitarea. ¡Entrarías en un terrero peligroso de desconectarte y empezar solo a oir!.
  3. Suspende tus juicios: cuantas veces tu pareja, amigo, hermana, hijo, compañero de trabajo o jefe te ha estado explicando algo y tú estas por dentro diciendo : » ya se lo que me tienes que decir», «no me lo repitas, eres un pesado», «no tienes ni idea de lo que hablas», «no me interesa».»le voy a decir lo que yo pienso», «está equivocado, ahora se lo explico», «lo que tiene que hacer es» , «ya se ha vuelto a equivocar», » yo se lo resuelvo», «le voy ayudar, que no sabe hacerlo». Así hasta el infinito. ¿Te suena?. Cuando haces eso … no escuchas para comprender, estás esperando tu turno para «vomitar» lo que tú quieres decir.
  4. Expresa tu comprensión: comprender no significa que estés de acuerdo con lo que haga o diga la otra persona. Tan solo que comprendes que se sienta de esta u otra manera. Cuando expresas comprensión te pones en los zapatos de la otra persona, estás siendo empático, y esto facilita que te acerques y comuniques mejor con la otra persona.

Así es que, cuando estás conectado a tu dialogo interno, rumiando las soluciones que vas a dar, las explicaciones que vas a pedir, los consejos que vas a proporcionar sin haberte pedido, el reproche que vas a lanzar …

  • ¿Crees que estás conectado con las palabras de la otra persona?
  • ¿Crees que es posible comprender lo que te está sintiendo si tú estás ocupado resolviendo lo que tú estás sintiendo o pensando?.
  • ¿Cómo te sientes tú cuando otra persona hace eso?
  • ¿No has dicho alguna vez la frase» ¡No me estás escuchando!». ¿ A qué si ? ¿Y cómo te has sentido? Pues así es como se sienten los demás cuando lo hacemos.

Mis palabras no quieren hacerte sentir mal solo que tomes conciencia de ello para que puedes minimizar, reducir o evitar esas situaciones lo máximo que puedas. Eres humano, no siempre lo harás bien, yo tampoco, pero esto de vivir implica seguir aprendiendo cada día para seguir creciendo como personas y poder construir relaciones más saludables. Y aprender a escuchar para comprender a las personas que tienes a alrededor facilitará tu día a día.

Solo después comprender te será más fácil decidir si es necesario responder y aportar algo de valor con una palabra, consejo, recomendación, comentario o en ocasiones sencillamente mantenerse en silencio y acompañar con tu presencia. ¡Tú elijes pero no te saltes ningún paso!.

¿Te atreves a intentarlo?

¡Feliz día!

Nayra

 

4 ideas para que disfrutes de tus vacaciones en pareja

¿Te pillo en estos momentos sentando encima de la maleta tratando de que cierre todo en un espacio mini? Recuerda coger la documentación, algo de dinerito y no olvides llevar una gran dosis de curiosidad y buen humor para prepararte para un breve periodo de desconexión bien te marches de vacaciones en pareja o con la familia. Te dejo 4 ideas para que te ayuden a disfrutar con mayor intensidad tus ansiadas vacaciones.  ¡Vamos allá!

 

Pero te pregunto ¿tus vacaciones significan relax, desconexión o descanso etc.? ¿Nos relajamos todos de la misma manera? ¿Qué entiendes tú por desconexión? ¿Y tu pareja piensa lo mismo?

Durante demasiados meses en el año, sueñas despierto con esas ansiados días de descanso. Incluso en algunos momentos llegas a idealizar  ese viaje soñado, ese apartamento de la playa, o esa escapada con los amigos. Y cuando llega el momento te encuentras con que la foto del apartamento por internet nada tiene que ver con la realidad, el viaje a la ciudad “perfecta” resultó muy estresante porque la agenda de visitas era demasiado intensa, o que la escapada con los amigos resultó muy complicada porque erais mucho para ponerse de acuerdo.

Así es que puede ocurrir que te encuentres contando los días de vuelta a la tan denostada rutina.

Pero si además de idealizar el periodo de descanso, te vas de vacaciones con tu pareja y no pasáis por la mejor época, las tan “idílicas vacaciones” se pueden tornar algo insoportables.

¿Has escuchado en alguna ocasión que después del periodo de vacaciones, septiembre, octubre, se produce un repunte en las demandas de divorcio? ¿Puedes imaginar por qué? ¿Qué puedes hacer para que eso no te ocurra a ti?

Sigue leyendo y lo descubrirás …

¿Puedes hacer algo para que no surjan problemas con tu pareja durante las vacaciones?

Pues claro que sí… aunque se presente alguna dificultad, aquí te dejo algunas sugerencias para que te ayuden a disfrutar unas merecidas vacaciones con tu pareja. Coge lápiz y papel y apunta:

  1. Tengo un problema “enquistado” con mi pareja: cabe la posibilidad que tengas un problema con tu pareja que arrastráis durante todo el invierno y que por falta de tiempo lo tenéis pendiente de solucionar. No seáis ingenuos y penséis que los problemas se van a solucionar solos. Las vacaciones tienen un poder muy reconfortante en nuestras vidas pero no arreglan problemas sin más.

¿Qué puedes hacer tú y tu pareja? Tratad de hablar de vuestras dificultades antes de ir de vacaciones para que no  interfieran en vuestros días de descanso. De lo contrario corréis el riesgo que el problema cobre vida en el momento    más inesperado y que os arruine vuestras “vacaciones ideales”.

 

  1. Voy a pasar mucho tiempo libre juntos con mi pareja: ¿qué puede pasar? Aunque estés felizmente empejarad@ o arrastres problemas durante el invierno, de septiembre a julio trabajas bien fuera o dentro de casa. Esto implica que en muchos casos puede suponer :

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Y de repente, de noche a la mañana, comienzan las tan ansiadas vacaciones pasando a disfrutar :

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Si lo piensas en términos estrictamente racionales, aunque quieras mucho a tu pareja y te sientas feliz a su lado, puede ser entendible que en algún momento te puedas sentir algo “indigestad@” con tantas horas juntos, no estás acostumbrad@, así es que no te sientas mal por ello.

¿Qué puedes hacer para no “indigestarte” con tantas horas juntos? Para evitar que esos excesos se traduzcan en enfados o conflictos mayores, sería interesante que antes de comenzar las vacaciones comentéis qué vas a necesitar disfrutar de tiempo por separado.

           ¿Qué beneficios obtienes si lo comentas con tu pareja?

  • Si tú eres el que necesitas más espacio libre podrás planificar con antelación esas actividades y coordinarlas mejor con las actividades que habéis pensado realizar juntos. Además comentarlo previamente a tu pareja te permitirá hablarlo con más tranquilidad y tu pareja se sentirá parte de tus planes.
  • Si tú eres el que necesitas menos tiempo solo o te cuentas más entenderlo, el hablarlo previamente te facilitará un poco tiempo para aceptarlo y respetarlo e incluso quizás pensar en programar una actividad para realizar tú sol@, es una gran oportunidad para hacer grandes descubrimientos.

 Por tanto, busca espacio para disfrutar de ti mism@ y respeta que tu pareja quiera hacerlo, es muy sano para el  desarrollo de una vida en pareja saludable.

  1. Es tiempo de negociar con tu pareja: en el punto 2 hablaba de las 336 horas que te puedes encontrar si disfrutas de un mes de vacaciones. Así es que además de disfrutar de tiempo para tí, es necesario que habléis de las cosas que queréis hacer juntos. Es  muy probable que salgan a la luz las diferencias que mantienes con tu pareja por el mero hecho de que cada uno tienes tus gustos y preferencias, ¿ te suelo algo como…?

 

  • A ella/él le gusta levantarse muy tarde pero en cambio a ti quieres aprovechar el día a tope.
  • A ella/él le gusta salir todas las noches, cena y copas… hasta que el cuerpo aguante. Pero tú prefieres ser de los primeros que baje a la playa.
  • A ella/él le gusta dormir la siesta y en cambio a ti te gusta seguir haciendo la visita a la ciudad y mantenerte activ@.
  • A ella/él le apasiona la fotografía y se para cada medio paso y observar cada minúsculo detalles y en cambio tus disfrutas mirando el paisaje de forma más general.
  • Él/ella pasarías 10 horas del tirón en la playa sin hacer nada y en cambio tú, nada más poner un pie en la arena .. estás deseando marcharte.
  • A él/ella le gusta el frío pero a ti el calor .. o a la inversa.

 

… en definitiva a ti te gustan unas cosas y a él/ella le gustan otras. Incluso gustándote las mismas cosas, cada uno lo disfruta de una manera diferente. Ambas posiciones son iguales de respetables así es que ¿cómo podrías solucionarlo? Las palabras mágicas son …HABLAR Y NEGOCIAR.

Procura que las necesidades de ambos estén atendidas, en unas ocasiones serás tú quien cedas y en otras será tu pareja. Si en vacaciones anteriores ya han surgido conflictos por estos motivos, lo recomendable es que lo habléis antes de comenzar hacer la maleta.

 

4. Dosifica el uso del móvil. Es momento de disfrutar del tiempo libre de una manera diferente con tu pareja, así es que es importante que regules su uso y que este no interfiera en vuestro tiempo juntos. No es importante la cantidad de horas pero si la calidad del tiempo compartido, y navegar por las redes sociales constantemente no te permitirá poner los cinco sentidos en el momento presente así es que … habla, mira, toca, escucha, huele…COMPARTE !!

¿Te suena de algo?

 

 

En definitiva NO olvides meter en la maleta cuando te vayas de vacaciones:

  • Una gran dosis de ilusión pero también de realidad. Las vacaciones no lo solucionan todo.
  • Otro poco de flexibilidad para afrontar imprevistos.
  • Carros y carros de capacidad de negociación para aceptar y respetar los gustos y necesidades del otr@.
  • No menos cantidad de humor para reírte de ti mism@ y de todo aquello que no se adapte a lo previsto.
  • Todo ello espolvoreado de una buena ración de curiosidad que te ayude a descubrir  rincones nuevos en el mundo, en ti y en tu pareja.

 

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Disfruta de tus vacaciones AQUÍ y AHORA, ¡carpe diem!

Nayra