Entradas

¡Qué injusta es la vida!

¡Semana nueva, imagen-reflexión nueva! Es viernes y toca mini reflexión semanal en El Mundo de Nayra, ¿me acompañas?.

No sé cuantos años llevas respirando en este mundo pero unos antes y otros más tarde descubrimos que esto de VIVIR lleva implícito una dosis de sufrimiento importante. En tu cabeza existen muchos ideales, muchos deseables  de como «tiene que ser tu vida» o lo que «tú te mereces», muy lícitos por otra parte, pero que no siempre se transforman o convierten en la realidad. Ahí, en ese instante entre lo que tu quieres y lo que tu realidad sencillamente ES …comienza el sufrimiento interpretando o creyendo que la vida es injusta contigo, con tu pareja, con tus amigos, con tu vida en general.

La vida por definición tiene un lado más amable y si o si tiene un lado más oscuro, y todo ello no depende  siempre de lo que tú hagas. Bueno voy a matizar estas palabras. Muchos de tus conductas condicionarán o influirán en tu bienestar o malestar futuro. Te pongo un ejemplo: si no adoptas conductas saludables con tu comida y/o ejercicio, es más probable que tengas más papeletas para desarrollar algún tipo de enfermedad. Es cierto que cumplir estrictamente con todos los cánones de vida saludable tampoco te deja exento de tener una enfermedad determinada, te hace menos vulnerable a determinadas enfermedades pero existen otros muchos factores que están fuera de tu control y que forman parte de la vida, que pueden hacerte formar parte del bombo.

Por tanto, el que no se cuida a lo largo de la vida ¿se merece esa enfermedad? ¿Está siendo justa la vida con él o ella? No, ¿verdad? A esa persona tampoco le deseamos o castigamos con una enfermedad. Entonces, ¿por qué cuando cumplimos con lo establecido, siguiendo el ejemplo del cumplimiento de los hábitos saludables, lo consideramos injusto …«no se lo merecía» o «no me lo merecía», «qué injusta es la vida!». La vida no funciona en términos de justicia, no da más a aquellos que más «se lo merecen». Muchos de los eventos que sufres como ser humano son aleatorios y nada tienen que ver con el tipo de persona que seas, o con las buenas o no tan buenas cosas que creas que has hecho. Y en consecuencia puedas pensar que la vida «te tiene que compensar justo en ese preciso instante».

Por otro lado, en otras muchas ocasiones puedes interpretar la vida de forma justa o injusta cuando esta se acerca o aleja de tus intereses, gustos o beneficios. Por tanto, piensa por un instante lo subjetivo que es el termino justicia o injusticia. ¿Todo el mundo va a opinar igual? Probablemente, no.

¿Y qué puedo hacer?

Cuando las circunstancias «injustas» que se presentan en tu vida dependen de ti es más probable que puedas tratar de aliviar o mejorar algo eso que te hace tanto daño y te ha sufrir. Aunque es verdad que en muchas ocasiones ni dependiendo de ti puedes hacer que lo ha pasado pueda mejorar. La herida está hecho y tiene que cicatrizar.

Revolcarte en la idea que la vida es injusta contigo y no eres merecedor de este trato solo puede hacerte sufrir más y más. La herida existe, sangra, pica, duele pero no puedes hacerla desaparecer. Así es que focalizar en lo mal que te trata la vida lo único que hará es incrementar el sufrimiento inicial, tu frustación,  y la herida se hará más grande o tardará más tiempo en cicatrizar.

Por tanto, ¿qué tal si empiezas a interpretar esa circunstancias «injusta» de otra manera? No pretendo que eso que te ha ocurrido que te hace sufrir te termine gustando, no. Es un evento desagradable, desafortunado, doloroso y todo lo que tú quieras, pero es importante ACEPTARLO como parte de la vida, esa cara y cruz. No puedes luchar contra algo que ya no puedes cambiar, ya se ha producido. ACEPTA que ha ocurrido, ayudará a mitigar tu enfado, frustración en definitiva tu sufrimiento. En algunas ocasiones existe un pequeño aprendizaje que quizá puedas incorporar a tu vida. Y sino es así, da igual:

  1.  Acepta que eso es así y ya no puedes cambiarlo.
  2. Lame tus heridas por un tiempo prudencial.
  3. Suelta la carga todo lo que puedas.
  4. No invites al rencor al tren de tu vida, no es un buen compañero de viaje.
  5.  Avanza, la vida continúa y como siempre te digo, tuya y solo tuya es la responsabilidad de equilibrar constantemente tu bienestar emocional.

¿Te atreves a intentarlo?

¡Feliz día!

Nayra

 

pensamientos-negativos-queja-psicóloga-benimaclet-nayra-santana