Las adicciones a las sustancias como el alcohol o las drogas suelen comenzar con consumos esporádicos y/o graduales. En muchos casos, ese consumo ocasional puede derivar en un consumo más frecuente que puede provocar una dependencia física y psicológica a las sustancias adictivas.
La adicción al alcohol o a las drogas tiene graves consecuencias tanto para el consumidor como para sus familias ya que puede provocar absentismos en el trabajo, menor rendimiento, desajustes familiares, problemas con la pareja etc.
¿Sabías que?
“El consumo de alcohol ayuda a salir de las horas bajas, a superar el cansancio y a estar más animado y en forma” es un MITO.
La realidad es que el consumo abusivo de alcohol hace perder el control sobre las emociones y sentimientos. Tras una breve sensación de bienestar, si se está triste o deprimido, esta situación se agudiza. Asimismo, se produce una mayor fatiga física y más sueño, también se pierde fuerza y coordinación.