Cómo tomar decisiones para alcanzar tus propósitos 2017
Ya ha empezado el año 2017, y es posible que tengas una lista de buenos y estupendos propósitos 2017 que alcanzar. La semana pasada pudiste leer cuáles son las 10 claves más importantes para que puedas transformar tus propósitos 2017 en éxito. Si no has tenido tiempo todavía, haz click, click AQUÍ.
Pero si de das cuenta, si tienes una lista con propósitos eso significa que previamente has tenido que tomar decisiones. Has tenido que descartar, seleccionar, elegir. Y eso precisamente, es lo que en muchísimas ocasiones es un problema en si mismo.
Por tanto te encuentras en un círculo vicioso. En ocasiones no defines objetivos, metas o propósitos claros porque tienes dificultades para poder decidirte y giras y giras en círculo sin poder avanzar.
Ya te comenté en el artículo de la semana pasada lo saludable que es fijarse objetivos para poder crecer y sentirte satisfech@contigo mism@. Por tanto, si en ocasiones tienes dificultades para tomar decisiones, quizás este artículo te pueda ayudar. ¿Te atreves a seguir leyendo?
¿Qué tipos de problemas existen?
Aunque los problemas te parezcan indeseables, lo cierto es que te estas estamos enfrentando a ellos constantemente. En algunas ocasiones ni te das cuenta, sobre todo cuando son tan cotidianos que los resuelves casi de forma automática, como por ejemplo cuando decides si hoy te pones la camiseta blanca o la azul. Son problemas de baja intensidad. No requieren que inviertas tiempo en llegar a una solución sesuda y compleja, y prácticamente no les haces caso. No los recuerdas como problemas preocupantes.
Los problemas que llaman tu atención son los que te piden que tomes una decisión de manera más consciente, porque no son situaciones a las que te enfrentas habitualmente y porque existe la posibilidad de que sus consecuencias sean negativas y te perjudiquen. Por lo tanto, la situación te exige que pongas en marcha unos recursos extra: que pienses bien en las alternativas que tienes para solucionar el problema y que elijas la que más te convenga.
Ante este tipo de escenarios hay personas que parece que no se inmutan, les echen lo que les echen. Otras personas, en cambio, se ahogan en un vaso de agua y los problemas más irrelevantes les parecen amenazas terribles.
Los factores psicológicos influyen en la toma de decisiones
Esto se debe a factores psicológicos que hacen que cada persona reaccione mejor o peor. Cuando la solución a un problema no parece evidente desde el principio y además existen riesgos de tomar una mala decisión, se genera una cierta incertidumbre que algunas personas llevan muy mal. Para ellas la incertidumbre ya es algo terrible en sí misma, y sus preocupaciones se acrecientan al pensar “¿y si me equivoco de decisión?”. Esto les lleva a imaginar nuevos problemas, los que les surgirían si tomaran malas decisiones para solucionar el que tienen entre manos, lo que a su vez puede conducirles a la indecisión y a la perpetuación de la toma de decisiones.
Por lo tanto, lo único que cambia entre enfrentarte eficazmente a los problemas o hacerlo como si te estuvieran llevando al matadero es la manera en que te lo planteas. La manera en la que piensas en los problemas. Por eso es importante que te centres en la disposición que tienes al enfrentarte a tus problemas antes de dar ningún paso más en la búsqueda de una solución. Para ello te voy a enseñar a utilizar tus pensamientos a tu favor.
4 caminos diferentes que te ayudarán a tomar mejor tus decisiones.
Te presento 4 pensamientos alternativos que pueden ayudarte a tomar mejores decisiones:
1.“La ansiedad me ayuda a tomar mejores decisiones”.
Puede que la ansiedad sea una vieja conocida tuya pero, por muy familiar que te resulte, no te ayuda ni a tomar mejores decisiones ni a solucionar tus problemas con más rapidez o eficacia. Es cierto que un poco de ansiedad puede ayudarte en algunas situaciones concretas en las que necesitas aumentar tu nivel de alerta para ser más eficaz. Por ejemplo, si tienes que hacer un examen.
Pero si tiendes a sentir mucha ansiedad, la cosa ya no pinta tan bien. Ese exceso de ansiedad entorpece que puedas pensar en posibles soluciones a tus problemas. Cuanto más tiempo pases preocupándote, más te costará pasar a la acción para poner en marcha una solución. No te ayudará a encontrar la mejor solución. La ansiedad solo debería servirte para darte cuenta de que tienes que actuar.
Por lo tanto, cambia este pensamiento por otra más adaptativa:
2.“Este problema puede conmigo, no voy a ser capaz de encontrar una solución”.
O bien : «Todos los problemas tienen solución». Mejor todavía: «Todos los problemas tienen varias buenas soluciones».
Lo mejor que puedes hacer para encontrarlas es definir tu problema de la manera más concreta posible. Así se te empezarán a ocurrir las posibles soluciones. En algunos casos puede que necesites un poco de ayuda de terceras personas, sobre todo si te falta información que podría ser relevante para la solución. Por ejemplo, si tienes un problema legal podría ser recomendable que consultaras con una abogada o abogado.
Pero ten siempre en cuenta que puedes encontrar soluciones a cualquier problema que la vida te ponga delante.
Así, cambia este pensamiento por:
3.“Tengo que elegir la mejor solución de todas”.
No suele ser necesario elegir la mejor solución de todas. Con poner en marcha una buena solución es suficiente. Además, este pensamiento plantea una trampa porque muchas veces es imposible determinar cuál de las alternativas al problema es la mejor. Si solo te conformas con la mejor solución pero no puedes saber cuál es, nunca decidirás cómo solucionar el problema.
Así es que mejor piensa:
4.“Necesito una solución ya”.
Si no ves una clara solución para el problema lo mejor es que no te precipites. Tómate tiempo para valorar tus alternativas y tomar una decisión meditada. Cuando un problema genera incertidumbre sobre lo que deberíamos hacer, pensar que tenemos que actuar rápidamente solo te va a provocar más ansiedad, preocupación y frustración. Vale la pena ir más despacio, pero seguro.
Piensa lo siguiente:
¿Te atreves a poner en práctica alguna de los 4 pensamientos en tu próximo problema a resolver? No lo olvides nunca:
Nada dura para siempre, ni siquiera tus problemas. Arnold H.Glasow Clic para tuitear
Ya sabes que en «El Rincón del Colaborador» del «Mundo de Nayra» cuento con la inestimable aportación de otros profesionales que enriquecen este espacio de psicología. Esta semana tengo el placer de presentarte a un gran profesional y mejor persona, Esteban Brook-Hart, psicólogo en la Asociación Valenciana de VIH, Sida y Hepatitis de Valencia (AVACOS-H). AVACOS-H es una ONG que cuenta con 24 años de experiencia en la asistencia a las personas afectadas por el VIH y en la prevención de nuevas transmisiones. Está situada en un adosado en la calle Gabriel y Galán, nº 24, y tiene un limonero precioso bajo el que te puedes tomar un café si algún día te pasas de visita. ¿Tienes dudas sobre el VIH o quieres pedir cita para la prueba? Llama a la asociación al 963342027 y te ayudaran en lo que necesites.