La eliminación de desechos corporales es una función básica del ser humano, y desde el inicio, los niños comienzan un proceso de maduración que les conducirá de forma gradual, primero a lograr la continencia fecal durante el sueño, segundo el control diurno, poco después el control urinario diurno y por último el control urinario nocturno.
La variabilidad de un niño a otro es muy amplia, pero la orquilla puede ir de comenzar el entrenamiento a los 18 meses y acabar de adquirir entre los 3 y 5 años. Después de este periodo, la falta de control urinario también conocido por enuresis o el control fecal conocido por encopresis, se considera problemática y se recomienda consultar a un profesional.
¿Sabías que?
Para considerar que puede haber un problema en el control fecal, tu hij@ tiene que tener al menos 4 años, y darse al menos, un episodio al mes durante un mínimo de tres meses consecutivos, bien sea de día bien sea de noche. De igual modo, para considerar problemas con el control de la orina, tu hij@ tiene que tener 5 años o más, con una frecuencia mínima de dos episodios semanales durante al menos tres meses consecutivos, de día o de noche.