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La fobia social es un miedo persistente ante una situación social o interacción en público, en que la persona se ve expuesta a la observación y/o evaluación de los demás que anticipa con un resultado negativo, bien interpretando su actuación de forma ridícula, embarazosa o humillante, bien temiendo que sus propios síntomas de ansiedad como el rubor facial o el temblor, sean percibidos por los demás.
No son innatas se aprenden a lo largo de la vida. La falta de habilidades sociales nos hace más vulnerables a aprender a desarrollar una fobia social.
¿Hacer terapia cognitiva me va a cambiar de personalidad?
De ningún modo, hacer terapia cognitiva para afrontar problemas emocionales hará cambiar tu personalidad.
El médico de cabecera me ha dado ansiolíticos, ¿es necesario que acuda a terapia?
La medicación puede aliviar síntomas y si es una circunstancia puntual podría ser suficiente. Pero si el malestar emocional persiste no dudes en acudir a un profesional de la salud mental. Los trastornos de ansiedad son problemas emocionales que se aprenden y por tanto requieren de psicoterapia para proporcionar herramientas nuevas que permitan los cambios necesarios y que sean permanentes en el tiempo.
Llevo mucho tiempo tomando ansiolíticos y no mejoro, ¿ir a terapia me va a ayudar?
Si, por supuesto. Está científicamente demostrado que la terapia cognitiva conductual para el problema de ansiedad es el tratamiento más eficaz y con mejores resultados. Además si tomas ansiolíticos bajo prescripción médica durante mucho tiempo pero sin una evaluación previa de un psicólogo o un psiquiatra, sería conveniente que acudieras a estos servicios. Es evidente que la medicación pueda estar aliviando pero no resolviendo el problema emocional con el que convives.
¿Si empiezo hacer terapia es obligatorio dejar de tomar los ansiolíticos?
En un primer momento no es imprescindible que abandones la medicación, podemos iniciar el proceso de terapia con los ansiolíticos. Pero una vez que comprendas en qué consiste tu problema emocional y sobre todo por qué razón se mantiene a pesar de tu gran deseo de resolverlo, y yo te proporcione nuevas herramientas de afrontamiento, plantearemos de forma gradual y consensuada con tu médico su retirada.
¿Es necesario que algún familiar acuda a terapia conmigo?
La participación de un familiar en terapia siempre será consensuada y autorizada por ti. En ocasiones hay personas que deciden no informar ni familiares ni amigos y la terapia se realiza de forma individualizada sin ningún apoyo externo.
Pero en ocasiones si es importante la colaboración de algún familiar, sobre todo si convive en casa. Convivir con el problema emocional de un familiar puede generar mucha tensión o desgaste en las relaciones de pareja o familiares por lo que es importante poderle explicar en consulta en qué consiste el problema y sobre todo por qué se mantiene para que puedan entender que su familiar necesita aprender herramientas nuevas para solucionar las dificultades emocionales y que nada tiene que ver con “falta de fuerza de voluntad” u otros motivos. Dependiendo de la problemática y de la gravedad en ocasiones ayudará en la terapia ejerciendo el rol de “co-terapeuta” que implicará enseñarle las nuevas herramientas y ayudar en su aplicación en la vida cotidiana.
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¿Si mi pareja o familiar participan en la terapia se van a enterar de todo lo que me pasa?
No es necesario que tu pareja o familiar sea conocedor de todos los detalles que compartes conmigo en terapia, solo aquellos que son relativos a la comprensión del problema de forma general y que previamente tú y yo consensuaremos. La confidencialidad está garantizada.
De igual modo, si tu familiar o pareja comparte información en alguna sesión queda debidamente protegida. Si como profesional valoro que es relevante para poder trabajar en la terapia, solicitaré previamente permiso para poder ser compartida.